Nicaragua y Cuba fortalecen alianza militar en medio de sanciones y denuncias de represión
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 9 de octubre de 2025

Los regímenes de Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel anunciaron un nuevo paso en su cooperación militar, consolidando una alianza que ambos gobiernos presentan como un esfuerzo por la “seguridad regional”, pero que observadores internacionales interpretan como una reafirmación de vínculos entre dos dictaduras aisladas y sancionadas.
El general de ejército Julio César Avilés Castillo, comandante en jefe del Ejército de Nicaragua y sancionado por Estados Unidos por su papel en la represión de 2018, inició el lunes una visita oficial a Cuba. Allí fue recibido por el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, también sancionado por Washington por violaciones de derechos humanos en la isla.
Según un comunicado del Ejército nicaragüense, la visita tiene como objetivo “fortalecer la cooperación técnico-militar y los lazos de hermandad” entre ambos países. El acuerdo busca formalizar un mecanismo bilateral que promueva la defensa, la seguridad y la coordinación estratégica entre las dos fuerzas armadas.
El régimen sandinista destacó la “importancia de sostener altos niveles de confianza y de trabajo coordinado” con La Habana, asegurando que estas acciones contribuirán “a la estabilidad de la región y al respeto mutuo entre los Estados”. Sin embargo, analistas han señalado que este tipo de alianzas tienen más un carácter político que de seguridad, sirviendo para reforzar la mutua legitimidad de dos gobiernos señalados por su autoritarismo.
Durante su estancia, Avilés tiene previsto visitar unidades militares cubanas y rendir homenaje a figuras históricas de la revolución. Antes de llegar a La Habana, el jefe del Ejército nicaragüense había realizado una gira por China, donde expresó su apoyo a la cooperación militar con potencias como Beijing y Moscú, en contraposición a lo que calificó como “acciones desestabilizadoras” de Estados Unidos y la Unión Europea.
Avilés, de 68 años, ocupa el cargo de comandante en jefe desde 2010 y fue ratificado en febrero para un cuarto mandato consecutivo de seis años. Es un exguerrillero sandinista y fundador del extinto Ejército Popular Sandinista (EPS), formado tras el triunfo de la revolución de 1979. Realizó estudios militares en Cuba, país con el que Nicaragua mantiene estrechos vínculos ideológicos y de formación castrense desde los años ochenta.
En 2020, el Departamento del Tesoro de EE. UU. sancionó a Avilés por “apoyar la represión y participar en actos de corrupción”. La administración estadounidense lo responsabilizó de permitir que las fuerzas armadas entregaran armas y apoyo logístico a la Policía Nacional y a grupos parapoliciales que actuaron contra manifestantes en 2018.
El Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, creado por la ONU, identificó a Avilés como uno de los principales responsables de las violaciones cometidas desde ese año, cuando las protestas antigubernamentales fueron brutalmente reprimidas.
La alianza con Cuba, que también enfrenta críticas internacionales por su historial represivo, se interpreta como un intento de ambos regímenes de resistir el aislamiento y las sanciones internacionales, consolidando una red de apoyo mutuo basada en la cooperación militar y la afinidad ideológica.