La prensa oficialista cubana recoge este martes el testimonio de una niña de solo siete años, estudiante de la escuela primaria “Concepción Arenal”, afectada por la arrasadora explosión del cercano Hotel Saratoga que ocasionó decenas de muertes en La Habana.

María Abigail cursa el segundo grado en dicho centro escolar y rememoró los trágicos sucesos de la mañana del viernes y su preocupación por su hermano más pequeño, que también se encontraba en la institución al momento de los hechos.

“Yo me asusté mucho. Quería buscar a mi hermano, pero él estaba en su aula y las paredes estaban cayendo. Vi entonces a algunos niños que tenían la espalda raspada, unos aquí, otros acá –se señala distintas zonas de la espalda– pero tenían heridas”, dijo al diario Granma, al que también el padre, Arisnorbis Gondres, refirió sus experiencias.

“Yo pensaba que iba a perder a mi amiguita, hasta que la vi”, dijo. Sus padres buscar por distintos lugares a los dos hijos.

“Vimos primero a la hembra, y al varón después, porque los muchachos de su aula salieron por la puerta de atrás, que se había caído, y decidieron apartarla para socorrerse”, dijo. Los hijos estaban bien. El varón tenía la camiseta llena de polvo y con algo de sangre, porque lo había tocado otro niño que había sufrido heridas en las manos con un cristal.

“Al menos, gracias a Dios estamos sanos. Mis niños están sanos y no les sucedió nada”, expresa el padre. Él estaba con su esposa cuando sintieron el fuerte estallido. “Fue un petardo tremendo, tremendo –reitera– el edificio se tambaleó y nosotros pensamos que se había derrumbado el de al lado”, dijo.

Entonces advirtió que los cristales de su casa estaban rotos, pero, al asomarse al balcón, observa más pedazos de vidrios en torno al edificio. Las personas corrían por los alrededores del Parque de la Fraternidad, en La Habana Vieja, recuerda.

“Se nos salió el corazón, porque creímos que se había derrumbado la escuela de los niños”, dijo. “En ese momento pensé lo peor, las personas también creían que había pasado algo en el hotel que se está construyendo cerca, pero un hombre desde una grúa gritó que la explosión era para allá, mientras señalaba con su mano, porque a su altura él sí podía verlo”, agregó.

Lorenzo Martín, quien fuera maestro y subdirector de la escuela, al enterarse de que los niños corrían peligro, decidió ir corriendo a ayudar. Pero, cuando llegó, los menores ya habían sido evacuados.

Según reportes anteriores, los estudiantes de la escuela “Concepción Arenal” retomarían el lunes las clases en diferentes centros docentes de La Habana, donde contarían con asistencia psicológica luego de los traumáticos sucesos.

Durante la reunión del Grupo Temporal de Trabajo de La Habana del sábado, trascendió que cuatro psicólogos y cuatro psicopedagogos estarían permanentemente en las escuelas a las que asistirían los menores a partir del lunes. Los funcionarios reunidos aseguraron que se estaban realizando visitas a todos los niños de la escuela afectada, al tiempo que se aseguraba su retorno a clases.

Casi una veintena de construcciones fueron afectadas por la fuerte explosión asociada a un escape de gas, entre ellas, el templo bautista El Calvario, la sede de la Asociación Yoruba, el Teatro Martí y parte del Capitolio.

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