Niña cubana fallecida por negligencia médica se hubiera salvado “con un diazepam y oxígeno”

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 1 de abril de 2022

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La niña cubana de seis años fallecida por negligencia médica en el municipio Mella, Santiago de Cuba, se hubiera salvado con un diazepam y oxígeno, dijo su tía Liudmila Ramírez a la periodista Yaiset Rodríguez Fernández.

“Nadie debería morirse por una convulsión”, dijo la tía paterna de Lisaira, la pequeña que falleció después de tres horas de convulsiones en el hospital municipal.

Según contó, la niña Lisaira Ramírez Rodríguez comenzó a convulsionar en su casa. Por medios propios la familia la trasladó hacia el hospital del municipio Mella, en Santiago de Cuba. Ni su abuela materna, que es médico, pudo hacer nada esta vez porque no tuvo acceso a los medicamentos básicos. Las llamadas de auxilio de su madre no tuvieron oídos: “Ella agotó todos los medios, pidiendo ambulancia, me imagino que sabían que si la transportaban en otro vehículo sin condiciones la niña no iba a soportar”.

Dos meses atrás, Lisaira había tenido coronavirus, y entonces le dio una convulsión, “pero ahí tenían el medicamento y la abuela se lo dio al momento, esa le duró una hora. No había tenido ninguna más”, relató Liudmila.

La familia cree que el estrés que sufría la niña por el maltrato físico de la maestra pudo haber ocasionado este nuevo evento. “Ese día habían llegado del psicólogo”, recordó.

Layra Rodríguez, madre de la niña, mencionó en su publicación la visita a una psicóloga. La relación entre la convulsión y el maltrato físico en la escuela es una interrogante al parecer difícil de responder; entre otras cosas porque Layra no quiso hacer una autopsia a la niña. “Fue su decisión y yo la respeto”, dijo Liudmila.

“Mi tía que vive en Baraguá, unos kilómetros más allá de donde vive la niña, cuando se enteró rápidamente consiguió un diazepam y se lo envió con un muchacho en moto, pero al parecer ya era muy tarde”, lamentó Liudmila.

“Nosotros nos enteramos por ella, como a las cuatro o cinco de la tarde. Ella nos dijo que la niña estaba convulsionando, que estaba en el hospital de Mella y que ella había enviado el medicamento, acto seguido llamamos al marido de Layra, quien nos dice que la niña había fallecido. Ahí se nos cayó el mundo. No lo podíamos creer. No pudimos hacer nada”, lamentó la tía de la pequeña.

Liudmila Ramírez vive con sus padres en Chile y la familia no pudo hacer más por la pequeña, señaló Yaiset Rodríguez Fernández en Facebook.

El abuelo de la niña fallecida, Alexey Ramírez Guzmán, dijo este miércoles: “Quiero justicia por mi niña, hermosa, quiero que paguen todos los responsables, mi niña era lo más cariñoso y bella que existía, era la luz de nuestros ojos. No sé cómo pueden existir personas que maltraten a los niños, por ningún motivo puede pasar, maldigo esas personas y quiero que paguen”.

“También estamos claros de todos los problemas económicos de Cuba, pero que no haya atención para un angelito en su condición es imperdonable. Aunque ya no pueda revivirla, quiero justicia y ojalá nunca más le pase a más nadie por ningún motivo”, agregó.

“Quiero justicia para mi Reina, mi princesa, mi vida, mi tesorito hermoso, qué dolor dejó en mí. Perdí mi nieta, nuestra niña hermosa, la luz de mis ojos, por falta de recursos porque el sistema no funciona y al que todos ven que se derrumba y se quedan callados, aguantando su dolor por miedo a la represalia y siguen muriendo personas”, dijo Nelva Utria Cáceres.

“Cuánto dolor cuando se trata de un niño lleno de vida. Tampoco encuentro consuelo en ninguna palabra, nadie me va a devolver a mi niña que me sostenía y me daba ganas de vivir. Pero podemos evitar que otra familia sufra, vuela alto mi angelito, mi tesorito, mi vida, que vacío dejaste en mi, me dejaste devastada y sin consuelo. Te amo mi princesa mi Reinita, adiós mi muñeca, mi Rapunzel de cabellos negros, nuestros lazos de amor nunca se romperan siempre vivirás en nuestro corazón. Te amo, adiós Reinita de abuela”, agregó.

Layra Rodríguez, madre de la menor fallecida, aseguró: “solo quiero justicia para que más ningún niño sea pegado por esa maestra, que más ningún niño muera por negligencia médica ni mal proceder ni falta de ética ni moral. Solo quiero que más ningún niño sufra como lo hizo mi princesa que sólo tenía amor y cariño desde el momento que salió por mi vientre y una maestra me le pegaba en la cara cuando no realizaba sus estudios como el resto de sus compañeros. Quiero justicia”.

Luis Ramírez, padre de la niña, confesó: “Hoy me toca decirte adiós princesita mía, de manera antinatural, porque por ley de vida me hubiera gustado partir primero que tú. No hay palabras ni nada en este mundo que calme ahora este dolor tan grande que dejaste en mí, mi hija bella”.


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