Estados Unidos volvió a poner en el punto de mira a familiares cercanos al presidente venezolano Nicolás Maduro, reactivando una fuerte ofensiva financiera que impacta directamente al círculo íntimo del poder en Caracas.

Tres sobrinos de la primera dama Cilia Flores han sido sancionados nuevamente por el Departamento del Tesoro, señalados por presuntos vínculos con actividades de narcotráfico, según informó la agencia EFE.

Los sancionados son Efraín Antonio Campo Flores, Francisco Flores de Freitas y Carlos Erik Malpica Flores, todos figuras que han estado anteriormente bajo la lupa de Washington. Las medidas forman parte de un paquete más amplio con el que Estados Unidos busca frenar el flujo financiero que sostiene al aparato estatal venezolano, golpeando tanto a individuos influyentes como a estructuras económicas clave.

Campo Flores y Flores de Freitas fueron famosos desde su detención en 2015 en Haití, cuando fueron acusados de intentar trasladar cargamentos de droga hacia territorio estadounidense. Su juicio en Nueva York los convirtió en protagonistas de uno de los escándalos más mediáticos relacionados con el narcotráfico en la región, siendo condenados en 2016. Aunque fueron indultados en 2022 por la administración de Joe Biden como parte de un intercambio con el gobierno de Maduro, funcionarios estadounidenses aseguran que retomaron actividades ilícitas tras regresar a Venezuela.

El tercer sancionado, Carlos Erik Malpica Flores, tiene un papel clave dentro del entramado económico venezolano: fue vicepresidente de PDVSA y también ocupó posiciones dentro del Ministerio de Finanzas. Ya estaba incluido en listas restrictivas desde 2017, pero parte de esas sanciones fueron retiradas temporalmente en 2022 para facilitar negociaciones políticas. Ahora, el Tesoro asegura que aquel alivio solo le permitió recuperar poder e influencia dentro de sectores considerados corruptos.

Además de los familiares de Maduro, Estados Unidos añadió a su lista al empresario panameño Ramón Carretero Napolitano, acusado de gestionar contratos millonarios que habrían beneficiado directamente al régimen venezolano. Las medidas también afectan a varias navieras y seis buques vinculados al transporte de petróleo, ampliando el cerco financiero en torno a las operaciones petroleras estatales.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, explicó que las nuevas sanciones buscan corregir lo que describió como un proceso de negociación fallido y restablecer la presión sobre el gobierno de Maduro. Este movimiento coincide con recientes acciones en el Caribe, como la incautación de un petrolero y la destrucción de embarcaciones asociadas a redes narcotraficantes.

Fuente: MundoNow Network

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