La trágica pérdida de la joven senegalesa, residente en Francia, ha conmocionado a sus seguidores y reabre el debate sobre los riesgos del turismo médico. Ngone Ndiaye, una reconocida influencer de moda y ex Miss Pikine, falleció en Turquía tras someterse a una cirugía de levantamiento de glúteos para corregir un procedimiento previo que no cumplió con sus expectativas.

La modelo, nacida en Senegal y con una importante comunidad de seguidores en Francia, viajó específicamente a este país euroasiático, uno de los destinos más populares para intervenciones estéticas, pero con cuestionamientos crecientes sobre la seguridad y calidad médica en algunos centros.

Según declaraciones de su madre, "mi hija iba a operarse para corregir un procedimiento de levantamiento de glúteos", reveló entre lágrimas, mientras la familia lamentaba la pérdida sin dar detalles precisos sobre las causas del fallecimiento.

Ngone había estado fuera de contacto los días previos a su muerte, generando preocupación entre sus allegados y seguidores. Con más de 95.000 seguidores en Instagram y TikTok, Ngone combinaba su pasión por la estética con un fuerte apego a sus raíces culturales. Su coronación como Miss Pikine en 2008 ( certamen de belleza que se celebra en Pikine, la ciudad más poblada de Senegal, ubicada en la región de Dakar) marcó el inicio de una trayectoria ascendente que la llevó a consolidar su presencia en redes sociales tras establecerse en Francia.

Su carisma, estilo auténtico y vínculo cultural atrajeron a miles de seguidores que expresaron su dolor tras su repentina partida.

El deceso ha dado pie a ser considerados peligrosos procedimientos populares de estética en Turquía y el creciente debate sobre la seguridad en cirugías de este tipo.

La cirugía de levantamiento de glúteos, procedimiento que consiste en extraer grasa de zonas como abdomen, muslos o espalda baja para luego inyectarla en los glúteos, ha ganado gran popularidad entre influencers y celebridades. Sin embargo, como evidencia la tragedia de Ngone Ndiaye, esta operación conlleva riesgos severos como infecciones, trombosis y, en casos extremos, la muerte.

Turquía se ha consolidado como uno de los destinos más económicos y demandados para intervenciones cosméticas, pero su auge ha despertado preocupación por las condiciones sanitarias y la seguridad de ciertos centros médicos.

La muerte de Ngone vuelve a poner en primer plano el debate sobre el llamado turismo estético, donde muchos optan por procedimientos a bajo costo, a veces sin garantías ni estándares internacionales de calidad.

La comunidad online ha reaccionado con conmoción y mensajes de apoyo para la familia de Ngone, al tiempo que expertos en salud advierten sobre la importancia de informarse bien y evaluar los riesgos antes de someterse a cirugías de este tipo. Este caso lamentable evidencia la necesidad de mayor regulación y control para evitar futuras tragedias en el mundo de la cirugía estética internacional.

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