Marita Lorenz, quien aseguran quedó embarazada tras un romance con Fidel Castro y se negó a envenenarlo en un plan elaborado por contrarrevolucionarios que involucraba a estadounidenses, murió el 31 de agosto en Oberhausen, Alemania, a la edad de 80 años.

Un reporte de la prensa indica que “Lorenz fue hija de una actriz estadounidense con la que fue internada cuando era niña en un campo de concentración y su padre comandaba una flota de submarinos alemanes”.

Una nota de El Comercio dice que todo parece indicar que los romances con Castro y otro con Marcos Pérez Jiménez, el expresidente venezolano que fue padre de su hija, han sido confirmados, no obstante, no se ha logrado comprobar que ella y Castro tuvieron un hijo llamado André, que creció para convertirse en pediatra en Cuba.

“Sus aventuras —incluido su involucramiento en un plan para asesinar a Castro en

1960 al colocar pastillas con veneno en sus alimentos, que ella dijo arruinó al informarle sobre el plan— también inspiraron la película para televisión Mi pequeña asesina, protagonizada por Gabrielle Anwar como Lorenz y Joe Mantegna como Castro”, relata el citado medio.

Después de entrevistarla en 1982, el agente del FBI Larry Wack señaló que ella “tal vez brindaba información de cierta importancia”, pero que tenía “una inclinación a la exageración”.

Sin embargo, ella afirmó que tuvo un hijo con Castro, “pero que el bebé casi completamente formado le fue arrebatado en Cuba mientras estaba drogada y que fue criado ahí. La evidencia sobre si existe es confusa”, añadió el portal.

“Sé que la gente ha cuestionado a mi madre, pero si investigan descubrirán que es increíblemente cierto”, dijo su hija. “Ella cambió la historia. Fidel Castro no murió cuando ella fue enviada para asesinarlo. Lo único que no puedo confirmar es que tuvo un hijo con Fidel. Sé que él existe, pero no lo he conocido”, explicó.

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