Más de 1400 jóvenes cubanos, sin vínculos laborales o estudiantiles y procedentes de barrios de todos los municipios capitalinos, iniciarán en el próximo mes de enero un curso de superación y formación en La Habana, a partir del diagnóstico de varias organizaciones y organismos gubernamentales.

Un grupo se concentró el lunes en la Fragua Martiana, monumento ubicado en las calles Hospital y Príncipe, del municipio de Centro Habana, en representación de los más de 1400 jóvenes del Curso de Superación y Formación para desvinculados del estudio y el trabajo en situación de vulnerabilidad.

“Esta estrategia forma parte de la implementación del Programa de Formación y Superación, en un momento cardinal para sus vidas”, destaca un reporte del periódico oficialista Tribuna de La Habana.

Yoania Falcón Suárez, directora provincial de Educación, en las palabras centrales de la breve ceremonia, dijo que realizan el encuentro dentro de la Jornada del Educador, para generar nuevas oportunidades en el contexto actual y dar continuidad a las ideas del fallecido dictador Fidel Castro.

También aseguró que crearon grupos coordinadores a todas las instancias y una comisión de atención al programa en cada municipio, “buscando el desarrollo humano, equidad y justicia social”.

La “iniciativa” recuerda los proyectos impulsados por Fidel Castro dentro de la llamada Batalla de Ideas, que el lunes justamente cumplió 23 años. La Batalla de Ideas surgió a partir del caso del niño Elián González en Estados Unidos, que provocó incontables marchas multitudinarias y tribunas abiertas en distintas ciudades del país.

Luego, las actividades se concentraron durante años en el reclamo por el regreso de los cinco espías castristas encarcelados en Estados Unidos. La llamada Batalla de Ideas desarrolló más de 170 programas en las esferas económicas y sociales, también dirigidos al ámbito de la educación y la “cultura integral” del pueblo cubano.

Algunos de los proyectos surgidos fueron la Universidad para Todos, las escuelas de Instructores de Arte y el programa de Trabajadores Sociales, a los que fueron integrados muchos jóvenes precisamente en condiciones de vulnerabilidad.

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