Unas emotivas palabras de un cubano, recuerdan que el devastador suceso ocurrido la víspera y que causó la muerte de tres niñas, pudo evitarse.

“Estoy devastado, esas indefensas niñas, no creo que consiga dormir esta noche, me arrepiento de ver las cosas que vi de una manera tan grande como la responsabilidad de ciertas personas. Ahora miro mi techo el balcón de arriba, las grietas de mi edificio y me pregunto si puedo ser una víctima más, si mañana mi cuadra estará así llena de personas policías y bomberos”, advierte.

Más adelante, señala “cada día, cada semana, cada mes, veo o me entero de noticias similares, derrumbe aquí, derrumbe allá y mi Habana se desintegra, lo peor no es perder edificaciones con tanta historia y tiempo, lo peor es perder vidas, lo peor es perder un padre, una madre, un hermano, más grave aún, sus hijos, esas pequeñas personitas que empiezan a vivir, lo peor es que solo se piense en hacer hoteles, en restaurar lo que convenga y cuando se quiera, lo peor es destinar todo o casi todo para el turismo”.

“Mi Habana, lo más grande, dicen algunos, se desmorona, la ciudad maravilla se cae a pedazos y a qué esperan: a que el cubano de la media repare, con qué, cómo, de dónde”, agrega.

Sus palabras muestran su indignación “ay Martí hoy es tu natalicio peor seguro que en un verso indignado por esto escribes algo así. Ya basta de dejarnos marginados, ya basta de poner donde no hace falta, basta de caminar con miedo por mi Habana, basta”.

“…no quiero mojarme en la lluvia por tener miedo a coger por debajo de esos balcones, no quiero ver más montículos de tierra donde una vez hubo personas, ojalá esto no se olvide como todo, desgraciadamente el cubano vive el día a día, y lo que pasa hoy, se olvida mañana, se deja para después, basta ya, mi Habana no es lo más grande, a mi Habana hay que volverla grande señor presidente, haga algo por esta Habana más allá de poner bonito el centro histórico y hacer más hoteles”, increpa.