Piscina del Habana Libre se vuelve inaccesible para la mayoría de los cubanos
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 28 de diciembre de 2025
Darse un baño en uno de los hoteles más emblemáticos de La Habana será, a partir de 2026, un lujo reservado para muy pocos. El Hotel Habana Libre, ubicado en pleno Vedado, comenzó a exhibir los nuevos precios de acceso a su piscina, cifras que han provocado sorpresa, indignación y no pocas críticas entre los habaneros.
De acuerdo con el cartel colocado a la entrada del área recreativa, las nuevas tarifas quedan establecidas así: 5.500 pesos cubanos para adultos, con un consumo mínimo obligatorio de 2.500 pesos; y 4.000 pesos para niños, con un consumo mínimo adicional de 2.000 pesos. En la práctica, una visita puede superar con facilidad los 8.000 pesos por persona, sin incluir transporte ni otros gastos asociados.
El impacto de estas cifras es aún mayor si se comparan con los ingresos reales de la población. Los 5.500 pesos de la entrada equivalen casi a un salario mínimo mensual en Cuba, lo que convierte una simple tarde de piscina en un gasto fuera del alcance de la mayoría de las familias.
Hasta hace apenas dos o tres años, el acceso a la piscina del Habana Libre se mantenía en rangos mucho más bajos. Testimonios de usuarios recuerdan precios que oscilaban entre 1.500 y 3.000 pesos para adultos, dependiendo de la temporada. El salto actual, que supera el 80% de incremento, marca un punto de inflexión en el acceso de los cubanos a espacios recreativos tradicionalmente considerados “mixtos”, es decir, pensados tanto para turistas como para el público nacional.
El reajuste se produce en un contexto de inflación persistente, pérdida acelerada del poder adquisitivo y una economía cada vez más dolarizada, donde los precios suben muy por encima de los salarios. Mientras tanto, los servicios asociados al turismo continúan alejándose del consumo interno.
Aunque el Habana Libre está orientado al turismo internacional, durante años fue una opción ocasional para muchos cubanos: una vía de escape frente al calor, los apagones y la falta de alternativas recreativas, especialmente para familias con niños. Con los nuevos precios, esa posibilidad queda prácticamente anulada.
El cartel no solo informa tarifas; marca una frontera social. Y deja flotando una pregunta recurrente entre los habaneros: ¿estos espacios siguen pensados para el cubano promedio o solo para quienes tienen acceso a divisas? Por ahora, el aviso permanece en su sitio, confirmando que en la Cuba de 2026, incluso un chapuzón se ha convertido en un lujo.