El periodista Aliet Arzola contó este lunes que estuvo seis horas en una oficina para hacerse un nuevo carnet de identidad. En la cola también habían cubanos con un claro objetivo: solicitar o renovar el pasaporte para irse a Nicaragua. Una cubana detalló cómo es el trayecto desde La Habana a Managua.

“Hay cientos de personas solicitando pasaportes y es la misma cola para todo. ‘Operación volcánica rumbo a Nicaragua’, le dicen algunos. Hay muchas personas desesperadas por completar ese trámite”, dijo en Facebook.

Al lado mío, una mujer de unos 40 y tantos hablaba por videollamada con alguien de fuera. Le contaba que se mandó a hacer el pasaporte para irse a Nicaragua, quedarse en casa de un contacto ahí y buscar la manera de llegar a México para cruzar a Estados Unidos, narró Arzola.

"’¿No te da miedo?’, le preguntaron, y ella respondió que no, que miedo le daba quedarse en Cuba. ‘Esto se ha puesto muy malo, no se puede conseguir nada, lo mínimo te cuesta una millonada’, le dijo”.

Un hombre, que aparentaba más de 50, le decía a otra señora que muchas personas hoy en Cuba preferían pagar 2500 pesos por un pasaporte que usar ese dinero para comida. No se puede generalizar, pero es cierto, muchas personas tienen un solo objetivo: irse de Cuba, afirmó Arzola.

El periodista se quejó de que aunque llegó a las 5:00AM a la oficina de trámites y logró estar entre los 40 primeros tuvo que esperar seis horas porque “el mecanismo para hacerse un carnet nuevo, un pasaporte o solicitar una prórroga es, simplemente, diabólico”.

“A la oficina hay que entrar y salir un mínimo de cuatro veces para completar la misión, y entre cada una de ellas hay un abismo en términos de tiempo. La primera es para preguntarte qué vas a hacer, la segunda para tomarte las huellas (en mi caso las tenían desde hace cinco años pero igual me las volvieron a tomar), la tercera para tomarte una foto o simplemente preguntarte si quieres quedarte con la misma que ya ellos tenían en el sistema, y la cuarta –con la misma persona que me atendió la primera– para pedirte los sellos”, detalló.

 “Yo, que estaba entre los 40 primeros, demoré seis horas en completar el trámite, contando desde las ocho de la mañana cuando abrió la oficina. Es totalmente incomprensible que este trámite le robe tanto tiempo a la vida de cualquier ser humano”, concluyó.

Por su parte, una cubana que ya está en Managua contó su experiencia de viaje en el grupo de Telegram Cubanos destino Nicaragua, donde hay más de 12 100 miembros.

“Yo viajé Habana-Panamá con Copa, Panamá-El Salvador y El Salvador-Managua con Avianca. En La Habana me pidieron prueba de Covid-19, itinerario de vuelo, correo de confirmación de Avianca y tarjeta de vacunación”, contó Rayma.

En Panamá ni me miraron, es bajarse y buscar el vuelo en el que te vas e ir para la puerta que te dice en la pantalla. El aeropuerto de Panamá es enorme, así que si tienen poco tiempo de conexión, no se entretengan y vayan directamente a su puerta. Ahí solo me pidieron el pase de abordar y pasaporte. Si no tienen el pase de abordar en Panamá, vayan rápido a un centro de servicios ahí mismo dentro del aeropuerto y ahí dan su pasaporte y con tremenda eficiencia le imprimen su pase (debo aclarar que ya yo había hecho el check-in online). El centro de servicios al que yo fui fue el que está al lado de la puerta 143, cuando se bajen del avión, los letreros les van a ir indicando dónde están las puertas. Todo está bien señalizado.

En El Salvador es la misma historia. Hay que dirigirse al centro de servicios que está al final de la galería y ahí dan su pasaporte y les dan su boleto. Ahí no me pidieron nada de PCR ni vacuna amarilla ni nada, ni a mí ni a nadie. Sí me pidieron en el tiempo de escala, que en mi caso era de ocho horas, el pasaporte y boletos, pero los devuelven en un rato, en mi caso se demoraron cantidad, pero lo devolvieron sin problemas. Deben hacer check-in online, hubo gente que por no hacerlo se quedaron al próximo vuelo. Cuando das tu pasaporte en el centro de información, te dan tu pase de abordar y ahí te dicen si Nicaragua dio el permiso de entrada al país. Es un poco estresante.

En Nicaragua me pidieron el PCR, el papel que llenas en el avión, ocupación y dirección y teléfono del lugar dónde me voy a quedar, y 10 dólares. Traten de tener el billete exacto porque siempre dicen que no tienen cambio, alertó Rayma.

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