Matanzas se seca: el pueblo pelea cada gota como si fuera oro
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 8 de junio de 2025

En varias zonas de la ciudad de Matanzas, el acceso al agua potable se ha convertido en una rutina difícil y agotadora.
La población enfrenta cortes prolongados, baja presión en las tuberías y la necesidad constante de almacenar el líquido en tanques, cubos y botellas para cubrir sus necesidades básicas.
Desde horas tempranas del día, vecinos de distintos barrios salen con carretillas, cubos y pomos plásticos en busca de agua.
Algunos caminan varias cuadras hasta encontrar una fuente o una cisterna comunitaria que funcione.
En muchos casos, el líquido que se obtiene no es potable y debe ser hervido o filtrado antes de consumirlo.
El problema no es nuevo, pero en los últimos meses se ha agudizado, según testimonios recogidos en las calles.
A las dificultades técnicas del sistema de abasto se suman averías, cortes eléctricos que afectan el bombeo, y la sequía que afecta a los embalses de la provincia.
Las autoridades han informado en medios locales sobre planes de mantenimiento y rehabilitación, pero las afectaciones persisten.
En barrios como Peñas Altas, Versalles y Pueblo Nuevo, los vecinos organizan turnos para recoger el agua cuando hay servicio, y muchos han tenido que improvisar sistemas de almacenamiento en patios, azoteas o interiores de sus viviendas.
También es frecuente ver personas acudiendo a casas de familiares o amigos en zonas mejor abastecidas.
Las pipas de agua gestionadas por los gobiernos locales tratan de suplir las carencias, pero la frecuencia de distribución no alcanza para cubrir la demanda.
En algunos puntos, se reportan intervalos de varios días sin recibir este tipo de apoyo.
Un reciente fotorreportaje publicado por el periódico Girón ha documentado esta situación a través de imágenes que muestran escenas cotidianas en las que la escasez de agua marca el ritmo de vida de muchas familias matanceras.
Desde niños cargando cubos hasta adultos mayores esperando en filas junto a tanques improvisados, la serie fotográfica retrata una realidad extendida que afecta directamente la higiene, la salud y la rutina doméstica.
Mientras se buscan soluciones técnicas, miles de matanceros continúan lidiando día a día con lo que se ha vuelto una necesidad crítica: garantizar cada gota de agua para sobrevivir.