“Maduro no puede seguir aferrado al poder. La transición política es inevitable. El socialismo debe ser arrancado de raíz y expulsado del continente” son palabras, duras y directas de Marco Rubio, recogidas por el periodista Mario Vallejo que gan generado tanto apoyo ferviente como fuertes críticas.

Las reacciones en redes sociales, muchas y variadas, reabren un debate intenso sobre la situación política y social en Venezuela.

Entre quienes respaldan la postura del Secretario de Estado estadounidense se hallan ciudadanos de Cuba y Venezuela que expresan la desesperación que viven en sus países. Comentarios como el de Fara Reyes, quien asegura que en Cuba “ya no hay país, solo un infierno”, reflejan un sentimiento de frustración compartido por miles que ven en el fin del socialismo una esperanza de cambio.

Otros usuarios insisten en que los sistemas actuales en naciones como Cuba, Venezuela y Nicaragua han destruido economías, provocado éxodos masivos y sumido a sus poblaciones en la pobreza. “El comunismo es miseria y delincuencia”, opinó una internauta, mientras otro señaló que “Venezuela se convirtió en una pesadilla sin futuro”.

Sin embargo, también hubo voces críticas hacia Rubio y hacia la idea de que Estados Unidos intervenga en asuntos internos de otros países. Algunos cuestionan por qué líderes estadounidenses atacan a gobiernos socialistas en América Latina pero no hacen lo mismo con China o Rusia. Otros, como Anderson Pacheco, se preguntan si realmente se puede llamar democracia a la imposición de políticas extranjeras. Para muchos, cada nación debe resolver sus crisis sin injerencias externas.

En el caso venezolano, la población continúa viviendo una realidad marcada por la inflación, la migración masiva, la fractura social y la falta de servicios básicos. La idea de una transición política es vista por algunos como inevitable, mientras otros temen un escenario aún más caótico.

La división es profunda: algunos reclaman ayuda internacional para liberar al país del chavismo, mientras otros defienden la soberanía nacional por encima de cualquier intervención.

El mensaje de Rubio no solo encendió el debate, sino que expuso nuevamente la polarización en América Latina respecto al socialismo, la democracia y la influencia de Estados Unidos en la región. Lo cierto es que Venezuela continúa enfrentando una crisis que, para muchos, parece no tener fin inmediato.

Fuente: Mario Vallejo

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