La líder opositora venezolana y premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, logró salir de Venezuela en un viaje secreto en barco hacia Curazao, según confirmaron funcionarios estadounidenses. La operación fue cuidadosamente planificada para proteger su integridad, evitando anuncios previos que pudieran ponerla en riesgo. “Mucha gente arriesgó su vida para que yo pudiera llegar a Oslo”, declaró Machado en comunicación con Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel.

Machado se encuentra en camino a Oslo, pero no pudo asistir a la ceremonia de entrega del Nobel, por lo que su hija Ana Corina Sosa Machado recibió el galardón en su lugar y leyó el discurso de aceptación. En sus palabras, la opositora resaltó la lucha colectiva del pueblo venezolano y su marcha histórica hacia la libertad: “He venido a contarles una historia, la historia de un pueblo y su larga marcha hacia la libertad… una voz entre millones de venezolanos que se han levantado para reclamar el destino que siempre les ha pertenecido”.

La líder destacó además la identidad venezolana y sus raíces multiculturales: “Venezuela nació de la audacia, moldeada por una fusión de pueblos y culturas. De España heredamos lengua, fe y cultura que se hermanaron con raíces indígenas y africanas”, recordando el carácter fundacional de la primera constitución republicana hispanoamericana en 1811, que consagró la dignidad humana, los derechos individuales y la libertad.

En la ceremonia, Frydnes criticó duramente al régimen de Nicolás Maduro y a sus aliados internacionales, incluyendo Cuba, Rusia, Irán, China y Hezbollah, por fortalecer los mecanismos de control y represión del gobierno venezolano. “Los regímenes autoritarios aprenden unos de otros, compartiendo armas, sistemas de vigilancia y propaganda. Detrás de Maduro están Cuba, Rusia, Irán, China y Hezbolá, que hacen que el régimen sea más robusto y brutal”, sentenció.

El Comité Nobel documentó una profunda crisis humanitaria y económica en Venezuela, con violaciones sistemáticas de derechos humanos, incluyendo torturas y la detención de más de 200 menores tras las elecciones de 2024. Frydnes lamentó la indiferencia de la comunidad internacional ante el sufrimiento de los venezolanos, criticando que algunos observadores se aferran a “viejas narrativas” sobre imperialismo o competencia entre superpotencias, cometiendo lo que calificó de “traición moral” hacia quienes viven bajo el régimen.

El llamado del presidente del Comité Nobel fue claro: instó a Nicolás Maduro a aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo para permitir una transición pacífica hacia la democracia, recibiendo un prolongado aplauso de líderes mundiales y dignatarios presentes, entre ellos los reyes de Noruega, Harald V y Sonia, y presidentes de Argentina, Panamá y Paraguay, así como figuras de la oposición venezolana como Edmundo González.

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