La líder opositora venezolana María Corina Machado ha reaparecido ante el mundo con un mensaje contundente: volverá a Venezuela, pese a los riesgos que asegura conocer con exactitud. Tras meses oculta y sometida a una intensa persecución política, la dirigente viajó clandestinamente a Noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz 2025, gesto que ha remecido el tablero político de su país y ha dejado en evidencia, una vez más, la polarización mediática que domina el escenario venezolano.

En declaraciones a la BBC, Machado subrayó que su compromiso con la libertad de Venezuela está por encima de cualquier temeridad personal. Explicó que, aunque durante largo tiempo creyó que debía permanecer en el país, hoy entiende que su presencia en Oslo representa una oportunidad estratégica para denunciar, visibilizar y buscar apoyo internacional frente a lo que ella define como un “régimen criminal”.

Según la opositora, el Gobierno de Nicolás Maduro opera bajo estructuras vinculadas al narcotráfico, al tráfico de personas y a otras actividades ilícitas que, asegura, sostienen su permanencia en el poder.

La escena en el Grand Hotel de Oslo dejó una imagen imborrable: Machado saludando desde un balcón mientras una multitud la recibía con aplausos y gritos de “valiente”, acompañados del himno nacional venezolano. La política confesó que durante 16 meses no había podido abrazar a nadie; por eso, reencontrarse con allegados en la capital noruega fue, en sus palabras, “un milagro humano”.

El viaje para escapar de Venezuela fue descrito por medios internacionales como una auténtica operación clandestina: un disfraz, diez controles militares superados y una travesía en lancha desde una zona costera fueron parte del plan que, según diversas fuentes, tardó dos meses en ser ejecutado.

Mientras tanto, en Venezuela, el silencio mediático oficial ha sido estruendoso. Los principales canales estatales omitieron la noticia de su premio, mientras destacaban protestas en Oslo contra Machado. Incluso varias televisoras privadas evitaron mencionarlo en su programación matutina. No obstante, plataformas digitales independientes y medios opositores dieron amplia cobertura al discurso leído en su nombre por su hija, Ana Corina Sosa.

Desde el oficialismo, las reacciones no se hicieron esperar: Jorge Rodríguez calificó de “contradictorio” premiar a quien —según él— llama a una invasión extranjera, mientras Diosdado Cabello tildó el Nobel de “subasta”.

Pese a las amenazas legales —entre ellas acusaciones por conspiración, odio y terrorismo—, María Corina Machado insiste en que está lista para regresar, formar Gobierno y promover una transición pacífica. “Voy a estar donde más útil sea para nuestra causa”, aseguró. Su retorno, sin duda, marcará un nuevo capítulo en la convulsa historia contemporánea de Venezuela.

Fuentes: EFE y 14 y medio

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