Una trágica escena ha sacudido a Santiago de Cuba este viernes. Yurinet Despaigne Sentil, una joven madre de apenas 30 años, perdió la vida de forma instantánea tras ser impactada por un ómnibus Yutong perteneciente a la empresa Transtur, que ofrecía servicio a la termoeléctrica Renté.

El fatídico accidente ocurrió en las inmediaciones de la fábrica de aceite, muy cerca del reparto donde se encuentra la prisión de Mar Verde, un punto ya señalado por vecinos como peligroso y mal iluminado.

Testigos relataron que Yurinet viajaba en una bicicleta acompañada por otra persona cuya identidad aún no se ha confirmado. El choque fue tan violento que la víctima murió en el acto, provocando una profunda conmoción entre quienes se encontraban en el área. “Fue algo horrible, una imagen que no se olvida”, expresó un familiar entre lágrimas.

La noticia se ha propagado rápidamente en redes sociales, generando indignación y tristeza. Vecinos aseguran que el tramo donde ocurrió el siniestro carece de señales viales, alumbrado y pasos seguros para ciclistas o peatones, pese a ser una vía de alto tránsito. “Cada día pasan guaguas, camiones y carros a toda velocidad. No hay control ni condiciones para tanta circulación”, denunció una residente del lugar.

Este hecho deja una profunda herida en la comunidad y una pregunta que duele: ¿cuántas vidas más se perderán antes de que las autoridades tomen medidas reales? Yurinet deja a un niño de apenas cinco años, ahora huérfano de madre, y una familia destrozada que exige justicia y respuestas.

Una vez más, la tragedia pone en evidencia la negligencia y el abandono de zonas donde la falta de infraestructura y control del tránsito convierten cualquier trayecto cotidiano en una ruleta mortal. Santiago llora la pérdida de una mujer trabajadora, querida y llena de vida, cuya ausencia deja un vacío imposible de llenar.

Fuente: Yosmany Mayeta

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