Los cubanos no paran de quejarse de la escasez en los centro de salud en el país. Según una madre, en un policlínico no había ni agua para bajar la fiebre de su hijo.

"Todos sabemos de la incompetencia de la 'potencia médica'. Resulta que tengo un niño que es enfermizo, a él todo le da al extremo", dijo el pasado 31 de mayo una madre cubana en un grupo de Facebook.

"Me empieza con fiebre de 38 y medio en la mañana, le doy su medicamento y le baja. Después en la tarde, le vuelve a dar pero de 39. Lo baño y le doy su medicamento. La fiebre baja al rato y a las dos horas se mantiene sobre las 37 y medio, sin subir ni bajar, lo mantengo vigilado y tomando la temperatura cada 20 minutos", contó.

"Antes de bañarme tenía 37 y medio, me doy un baño de esos que se dan las mamás que ya tienen tres hijos y al salir noto que estaba más caliente. Le vuelvo a tomar la temperatura y para mi sorpresa tenía 40. Pienso que quizás se rompió el termómetro pero sin pensarlo agarro para el policlínico que me queda a cuatro cuadras porque los medicamentos orales no estaban funcionando evidentemente".

"Al llegar, tenía más de 39 y medio. La enfermera y el doctor me dicen que no hay inyecciones solo pastillas, no hay agua para compresas en un policlínico. Es decir que tenía que llevarlo para la casa porque ya era tarde y son más de las 12:00 a.m. y estaba sola con él en la calle".

"El mismo médico me aconsejó que lo más aceptable sería una inyección porque trabaja más rápido y es más eficaz. En fin, aquí estoy tratando de controlar su temperatura y desahogándome sin entender hasta cuándo lo más simple, que es un sistema de salud con lo imprescindible: insumos, medicamentos, AGUA... ¿Hasta cuándo coño nos van a tener como animales?"

"Por Dios, cierren los hospitales, cierren los consultorios, los policlínicos si no hay nada ya ni recetas dan. Antes que lo digan, yo sé que esto no soluciona nada, pero necesito desahogar mi frustración y mi impotencia".

La madre especificó que vive en Arroyo Naranjo. "El policlínico es el de Mantilla. Ni agua, según la enfermera".

Otras madres comprendieron su frustración y contaron problemas que han tenido en los policlínicos.

"Ay, mija, sin palabras. Yo fui ayer al Aballi y tuve que contar hasta un millón porque me dieron ganas de darle unas cuantas galletas a la doctora porque aparte que no hay medicamentos, ya no hay conciencia de nada".

"Mamita, mi niña estuvo así. Fui a parar al William Soler y me dijeron que es un virus, hasta placa le hicieron. La fiebre le duró tres días y luego catarro, diarrea y hasta falta de aire y yo muy asustada porque pensé que tenía neumonía o la Omicron, pero gracias a Dios está bien ya".

"Una vez me pasó cuando mi bebé tenía casi un año. Tenía fiebre de 40, en ese instante no lo inyectaron, le mandaron compresas. Fui a casa de mi mamá y se las puse. Y la fiebre no bajaba y ya en el pediátrico le pusieron la duralgina y en 10 minutos no tenía fiebre. A los meses pasó lo mismo, la fiebre no cedía, cuando voy al Pediátrico le hacen análisis y todo bien. A los días empezó con el rash del dengue. Se mantuvo bien de ánimo y los análisis salieron perfecto porque llevaba una semana comiendo gelatina, y eso no dejó que empeorara la situación", contó una cubana.

Nuestro medio se reserva la identidad de las madres cubanas que denunciaron la escasez en los policlínicos.

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