Madre cubana denuncia abandono médico: su hijo lleva cuatro años sin diagnóstico ni tratamiento
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 11 de octubre de 2025

En Jatibonico, Sancti Spíritus, se repite una historia que duele y avergüenza a toda Cuba. Yadira Castro, madre de un niño de 12 años llamado Kemer Rainel Fernández Castro, lleva más de cuatro años implorando ayuda médica sin recibir respuestas ni soluciones.
Su hijo padece una enfermedad que aún no ha sido diagnosticada, con síntomas graves que incluyen dolores articulares, inflamaciones, hematomas y llagas que cubren su cuerpo.
Desde que tenía nueve años, Kemer espera por pruebas básicas que podrían ofrecer una pista sobre su padecimiento: Antiestreptolisina O, Proteína C reactiva y Factor reumatoideo, entre otras. Pero la respuesta que recibe su madre en cada consulta es la misma: “No hay reactivos”. La falta de insumos y materiales médicos se ha vuelto una condena para cientos de familias cubanas, atrapadas entre la burocracia del sistema y el abandono institucional.
Mientras el gobierno justifica la crisis sanitaria culpando al embargo de Estados Unidos, las familias viven el drama de ver a sus hijos deteriorarse día a día.
En los hospitales no hay reactivos, pero sí hay presupuesto para remodelar hoteles vacíos, abrir tiendas en MLC y mantener las MIPYMES controladas por allegados al poder. Es una contradicción que desgarra y que demuestra las prioridades de un sistema que ha perdido su sentido humano.
Yadira, desesperada, decidió romper el silencio y denunciar públicamente la situación. Su valentía podría costarle caro, sobre todo porque su hijo mayor cumple actualmente el Servicio Militar Obligatorio, lo que la expone a posibles represalias. Sin embargo, como muchas madres cubanas, eligió hablar, cansada de esperar una respuesta que nunca llega.
El caso de Kemer simboliza el colapso de la salud pública en Cuba, una red que alguna vez fue motivo de orgullo y hoy se desmorona entre la escasez, la corrupción y la indolencia. Detrás de cada cifra, hay un rostro, una familia, una infancia robada por la negligencia estatal.
El Ministerio de Salud Pública, junto a las autoridades de Sancti Spíritus y Jatibonico, deben rendir cuentas. No se trata de política, sino de vidas humanas. Cada “no hay” pronunciado en un hospital cubano es una sentencia de dolor para quienes aún creen que su hijo puede salvarse.
Fuente: La Tijera