Lázaro Junco opta por un jonrón: “Me siento bastante bien dentro de la enfermedad”
Redacción de CubitaNOW ~ domingo 7 de diciembre de 2025
El expelotero matancero Lázaro Junco, una de las figuras más emblemáticas del béisbol cubano, enfrenta hoy uno de los desafíos más duros de su vida: un cáncer de esófago que está siendo tratado mediante ciclos de quimioterapia.
A sus 68 años, y con la fortaleza que siempre lo caracterizó dentro del terreno, el histórico jonronero asegura que se siente “bastante bien dentro de la enfermedad”, palabras que han llenado de alivio a los miles de seguidores que siguen pendientes de su evolución.
En una entrevista ofrecida al periodista deportivo Ernesto Arturo Santana, Junco explicó que actualmente recibe tratamiento con cisplatino, un medicamento administrado cada 28 días. “Estoy en la fase de los sueros, unos sueros con cisplatino… Dentro de la enfermedad me siento bastante bien, me siento más recuperado, más fuerte y con mucha fe de que vamos a salir de esta”, afirmó con serenidad y buen ánimo. También destacó que mantiene una estricta disciplina siguiendo al pie de la letra todas las orientaciones médicas.
Agradecido, envió un mensaje a los aficionados que han mostrado preocupación por su estado: “A esas personas que se han preocupado y que aún me siguen apreciando con el mismo cariño que cuando estaba activo, les digo que estoy en tratamiento y que sigo con fe”. El ídolo de Limonar incluso bromeó con su eterna marca: “Tengo esa corazonada de que voy a salir y voy a conectar el jonrón 406”.
La noticia de su enfermedad no es nueva. Ya en octubre, el periodista Yasel Porto había alertado que Junco atravesaba un momento delicado, describiéndolo como “la lucha más importante de su vida”. A pesar de ello, la fortaleza emocional y la disposición del exatleta han sido constantes.
Junco, primer pelotero cubano en llegar a los 400 jonrones en Series Nacionales, dejó una huella imborrable con sus 11 lideratos de jonrones y 18 temporadas vistiendo la camiseta de Matanzas. Su figura trascendió generaciones, convirtiéndose en uno de los bateadores más temidos y respetados del país.
Junco ha hablado en varias ocasiones sobre el éxodo de peloteros cubanos, un fenómeno que calificó como “imparable; para los mejores talentos emigrar es la salida más llamativa”, expresó entonces.
Hoy, su batalla es otra, pero su espíritu competitivo sigue intacto. Su fe, su disciplina y el apoyo del pueblo matancero acompañan a una leyenda que, una vez más, demuestra su grandeza, dentro y fuera del terreno.