"En medio de un día complicado, decidí no desistir de ejercer mi derecho a la manifestación pacífica. Lo hice como gesto de acompañamiento cívico a Alina Bárbara López Hernández y a otros compatriotas que, como ella, sueñan con una Cuba justa, inclusiva y libre.

"De 5 a 6 de la tarde de este viernes 18 de abril, desde el parque donde acostumbro sentarme, justo a los pies de José Martí, me detuve a pensar en la obstinada insistencia de un régimen que se niega a reconocer su derrota ante un pueblo que ya no puede más.

"La represión ha tomado nuevas formas: ahora no solo se manifiesta en arrestos o golpes, sino en el abandono más absoluto de las necesidades cotidianas de la gente. La respuesta del sistema es el desentendimiento, la indiferencia.

"Mientras tanto, la población, cansada y desesperanzada, solo intenta encontrar la manera de sobrevivir al desastre. En la capital del país, en plena Semana Santa y durante el receso escolar, desapareció de repente el pequeño y casi incomible pan de cada día. A la par, los apagones volvieron con más fuerza. En algunas provincias, si acaso se les da unas pocas horas de corriente al día. Pero luz, luz verdadera, hace rato que no hay en Cuba.

"Lo más triste es que la gente ha dejado de esperar ese pan, ha dejado de esperar la electricidad. Pero aún esperan —esperamos— la luz al final del túnel. Se escucha en la calle: "que se caiga esta mierda", "que se acabe de joder todo", "algo tiene que pasar"... Pero nada va a caer solo... ¡Hay que tumbarlo! No es lo mismo esperar un estallido social, que comprometerse con la lucha cívica. El primero es caótico, traerá sangre, más presos, y al final ganarán los más violentos. Lo segundo, en cambio, es ejercer nuestros derechos, reclamar dignidad, actuar como verdaderos ciudadanos.

"Ser valiente en Cuba hoy es eso: sentarse en un parque, manifestarse sin miedo, usar la palabra como arma, defender la verdad como escudo. Mujeres como Alina y tantas otras no esperan milagros ni líderes salvadores. Son ellas quienes se paran firmes en medio del miedo y el silencio. ¿Hasta cuándo vas a seguir esperando, cubano? ¿Qué más tienen que quitarte para que entiendas que la libertad no se concede, se conquista?"

Del perfil de Maryorly García

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