José Modesto Garlobo Mendoza es un destacado periodista deportivo, exiliado hace más de una década, que reside en Miami, Florida, autor de múltiples reflexiones críticas sobre la historia política de Cuba.

A través de sus publicaciones, como la compartida la víspera en Facebook bajo el título “La Tremenda Estafa”, Garlobo expresa un profundo desencanto con la Revolución cubana y sus consecuencias, especialmente desde el punto de vista de quienes, como él, inicialmente creyeron en ella.

Su relato es una crónica amarga y lúcida del desencanto: "La tremenda estafa"

"Nos dijeron: luchemos contra la tiranía de Batista, por la democracia, por elecciones y verdes como las palmas….y allá nos fuimos todos a dar la batalla por la libertad.

"Luego nos dijeron: ´Ahora que triunfamos vamos a hacer justicia Revolucionaria´.. y comenzaron los juicios sumarios y los fusilamientos de ´esbirros´, no tan esbirros y hasta inocentes…

"Después llamaron a defender la revolución de los ´piratas´ y el día previo al desembarco por Bahía de Cochinos nos convirtieron en ´socialistas´ así de sopetón...y aplaudimos al caudillo ¡en jefe!

"Un buen día comenzaron a desaparecer los líderes que de verdad se habían fajado a tiros contra las hordas batistianas...y aceptamos las dudosas justificaciones del jefe, sin darnos cuentas en cual peligroso tirano se estaba convirtiendo.

"Con una inteligencia diabólica y una habilidad satánica para manipular creció aquel monstruo narcisista y egocéntrico. No hubo un sector de la vida social, rama de la economía, de la educación, la salud o deporte en que no estuviera su mano, siempre atribuyéndose los éxitos de otros y buscando culpables para los fracasos suyos.

"Su impronta tiránica dejó un país en ruinas donde las prohibiciones llegaban al colmo de la ridiculez. Cuando la precariedad de su salud se lo impidió lo sustituyó su hermano, un general de opereta, cuyo mérito mayor fue precisamente ser su hermano y ¡beber como un cosaco! El caricaturesco castrense no acostumbrado a la vida civil se aburrió pronto de tanto julepe y le pasó la bola al subordinado más servil e inepto que pudo encontrar y señalándolo con su taimado dedo le dijo: ´desde hoy tú serás el presidente, jefe del partido, del estado y el gobierno para hacer todo lo que yo te diga!

"Para evitar problemas impuso una nueva constitución donde el régimen era irrevocable;el partido, fuerza dirigente superior pero por debajo de GAESA, que ocupa el incuestionable nivel Dios: conglomerado de las mejores y más productivas empresas bajo el paragüas militar, organización económico-mafiosa intocable, inauditable y dueña de vidas y haciendas en todo el territorio nacional con capacidad jurídica e impunidad total.

"De pronto las fuerzas del orden se convirtieron en guardianes del régimen y se volvieron en contra del pueblo. Se prohibió por ley criticar las imbecilidades de los ineptos del gobierno. Los ´dirigentes´ se convirtieron en entes cuyos actos eran legítimos por ley a pesar de su corrupción e ineptitud.

" Así las cosas el pueblo dejó de preocuparles: lo abandonaron a su suerte, y a la bondad de sus familiares en el extranjero (más de 3 millones de personas fueron escapando hacia el exilio y gracias a ellos es que sobreviven sus familiares en la Isla)

"El descaro y el cinismo del gobierno es tan grande que no les tiembla un músculo de la cara para decretar leyes donde los servicios que ellos por obligación tienen que ofrecerle al pueblo, deben ser pagados por quienes huyen y viven ahora allende los mares!

"Ah, y cuando lo más puro de la nacionalidad: los jóvenes estudiantes, dijeron respetuosamente que la medida no era justa, la tiranía les echó encima su jauría represiva integrada por personas de muy bajo coeficiente moral e intelectual ¡como si verdaderamente fueran enemigos... Nuestros jóvenes, nuestro futuro, la esperanza de la nacionalidad cubana está bajo ataque!

"Esos muchachos, nuestros hermanos, hijos, nietos, sobrinos, primos, vecinos.. son ciudadanos ejemplares cuyo único delito es pensar que una tiranía mafiosa sorda, ¡los va a escuchar!

¡¡¡Dios!!! como me arde Cuba en el corazón. ¿Quién me hubiera dicho que tanta gente sin decoro iba a atacar con tanta saña a estudiantes indefensos que solo tomaron para sí el decoro de tantas gentes?

JMG, Miami, FL

13-6-2025

Según Garlobo, Fidel Castro fue progresivamente eliminando a los verdaderos combatientes revolucionarios para consolidar su poder absoluto, y su legado no fue otro que un país en ruinas, atado a un régimen autoritario e ineficiente.

Describe la sucesión dinástica hacia su hermano Raúl Castro como una farsa, que luego derivó en un sistema aún más opaco, controlado por GAESA, una organización económico-militar a la que tilda de “intocable, inauditable y dueña de vidas y haciendas”.

"El testimonio más desgarrador de Garlobo aparece cuando habla del presente: de cómo la dictadura se ha vuelto insensible ante un pueblo hundido en la precariedad, viviendo gracias a las remesas de los exiliados, y donde la juventud, lejos de ser escuchada, es reprimida con brutalidad." Se refiere especialmente a los estudiantes que, en palabras del autor, solo pedían justicia y fueron tratados como enemigos internos por un régimen que ya no tolera ni el respeto cívico como forma de disenso.

"Garlobo no escribe con frialdad analítica, sino con la pasión de quien lleva a Cuba ardida en el corazón." Su texto no solo es una denuncia de los hechos pasados y presentes, sino también un llamado emocional a no olvidar que los jóvenes estudiantes son “lo más puro de la nacionalidad” y que el ataque contra ellos es un acto de profunda cobardía moral. Termina con una evocación dolida a la dignidad perdida del país y la esperanza de que algún día esa juventud silenciada pueda ser la voz de una Cuba nueva.

Este texto de Garlobo no es un simple relato del pasado, es una advertencia urgente sobre el presente y un reclamo encendido de justicia, memoria y libertad.

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