¡Ustedes no se preocupan por los niños!", exclamó en las redes una madre cubana, Eliannis Ramírez, al saber que le habían quitado la dieta a su hijo Damir, que tiene un tumor. La situación descrita por Eliannis Ramírez en su perfil de Facebook es desgarradora y refleja una crisis profunda en múltiples esferas en Cuba. Eliannis denunció que le habían quitado la dieta a su hijo Damir, quien tiene un tumor, y que luego de una fuerte discusión le aseguraron que mantendrían la dieta, pero que no podían darle la indicación porque no había modelos para hacer la orden. En un acto de desesperación, Eliannis escribió: "COMPRO UN MODELO DE DIETA (original) PARA QUE ME PUEDAN RENOVAR LA DIETA DE DAMIR, NO HAY UN PAPELITO NO HAY VERGÜENZA, CUBA ESTADO FALLIDO."

Este caso pone en evidencia el colapso del sistema de salud y la burocracia ineficiente en Cuba, que impide que los ciudadanos reciban la atención que necesitan, especialmente los niños. Eliannis añadió en su publicación: "No es un secreto para nadie que en Cuba han ido colapsando todas las esferas económicas y sociales, que es un país devastado por un desgobierno de 65 años, obsoleto, demagogo, represor y dictatorial." Esta denuncia se suma a un creciente coro de voces que claman por cambios y reformas urgentes en la isla.

El caso de Damir no es un hecho aislado. Otro ejemplo conmovedor es el de Maikol, un niño de 7 años que falleció en el Hospital Pediátrico "Leonor Pérez" de Boyeros debido a la falta de insumos médicos. Maikol llegó al hospital con síntomas de sepsis generalizada, pero no se le pudo hacer un PCR por falta de reactivos. Sus padres, Maikel y Dayana, quedaron desconsolados ante la pérdida de su hijo, y las autoridades de Salud Pública gestionaron la incineración del cuerpo con el consentimiento de los padres. Maikol tenía dos hermanos, y su muerte dejó una marca imborrable en su familia.

Estos casos son reflejo de una crisis multisistémica en Cuba que afecta no solo al sistema de salud, sino también a la economía, la política y el tejido social del país. En las últimas décadas, el país ha experimentado un deterioro constante en la calidad de vida de sus ciudadanos. La falta de recursos básicos, la escasez de alimentos y medicamentos, y una infraestructura en ruinas son problemas cotidianos para los cubanos.

Además, el caso de Roelbis, un niño de diez años de Camagüey que vendía tamales para subsistir y ayudar a su abuela Daisi, es otro ejemplo de la crisis social y económica en Cuba. Roelbis, conocido cariñosamente como "Titingo", y su abuela viven en condiciones de extrema pobreza. José Luis Tan, quien investigó y escribió sobre su situación, destacó la falta de apoyo social y económico para las familias más vulnerables en la isla.

La crisis política también contribuye a esta situación. La represión y la falta de libertades básicas han generado un clima de desesperanza y frustración entre los ciudadanos. Las protestas y manifestaciones que se han visto en los últimos años son una muestra del descontento generalizado. La respuesta del gobierno a estas manifestaciones ha sido la represión y el encarcelamiento de activistas y opositores, lo que agrava aún más la situación.

En resumen, la historia de Eliannis Ramírez y su hijo Damir es solo un ejemplo más de la crisis multisistémica que vive Cuba. Los casos de Maikol y Roelbis ilustran la gravedad de la situación y la urgente necesidad de reformas profundas en el país. La desesperación de los cubanos es palpable, y el llamado a la acción es más fuerte que nunca. Es imperativo que se tomen medidas para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y garantizar que todos tengan acceso a los recursos y servicios básicos que necesitan para vivir con dignidad.

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