‘Los mayores ladrones son ellos’, escritor cubano estalla
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 8 de enero de 2021
El escritor cubano Pedro Armando Junco López ha compartido una profunda reflexión a través de sus redes sociales.
Tras el inicio este 1ro de enero del proceso de ordenamiento monetario y cambiario en Cuba, el descontento social en el país ha ido en ascenso y sobre eso va el texto de Junco López.
Dejando claro que la medida del aumento salarial no dio los frutos que el gobierno esperaba, el intelectual antillano aprovechó para advertir que, con esta situación, aumentará en el país la hambruna.
Asimismo, dejó claro que todo lo que hoy se está viviendo en la isla es el resultado de muchos años de decisiones fallidas y corrupción, en tanto sentenció que los mayores ladrones son los gobernantes.
Cubita NOW reproduce sus palabras, de manera íntegra, a continuación:
El Equipo de Trabajo Ideológico del Gobierno se halla a tope de sus capacidades de convencimiento.
La abrupta implantación de precios irreflexivos ha chocado con un “rum rum” poblacional que envuelve hasta el último ciudadano, sin importar edad, sexo, ni criterio político. –El pueblo está “erizado”– me dijo un viejo amigo. –Nunca antes, ni siquiera el primer cambio de moneda a principio de los sesenta, había causado tanto descontento poblacional.
La pildorita del aumento de salarios no ha surtido el efecto que se esperaba; ahora los Tanques Pensantes “trabajan” en el pan de la cuota y en los helados Coppelia; desesperado esfuerzo por justificar lo injustificable.
La culpa del pan, ahora, la tiene el panadero que se roba 9 gramos, no el alza de su precio veinte veces, como si este escape “panaderil” no viniera ocurriendo desde siempre.
Desde la nacionalización de las panaderías y la bodegas, el panadero ha usurpado su “harinita”, el bodeguero sus “oncitas” de arroz, azúcar y todo cuando cruza por el plato de su pesa, el carnicero…, y así todo cubano ha tenido que aprender a “luchar” para sobrevivir en un mar donde todos nos desvalijamos unos a otros.
Los policías en los puntos de control mantienen sus hogares con las carnes, los pescados, los quesos y las mil cosas que “decomisan”. Y la dirección del país lo permite hacer, porque los mayores ladrones son ellos: los que controlan la totalidad de los recursos económicos y se dan vida de millonarios.
Pero la cortina de humo no alcanza a cubrir las arbitrariedades financieras que cubre todo el escenario comercial del país y toca a cada ciudadano en la inmediatez de cualquier movimiento.
¡Todo! A partir del primero de enero, un vuelco diabólico ha echado por tierra, de un solo tajo, todos los ahorros del pueblo de Cuba desde los inmemoriales años sesenta.
Y la gente habla. La gente habla mucho, pero hasta allí. ¿Qué otra cosa puede hacer el pueblo cubano, si los medios de información están tomados por los dueños del rebaño? Solo estos medios informativos en que nos desenvolvemos unos cuantos atrevidos han podido escapar a sus controles diabólicos. Pero son insuficientes.
Preparémonos. Ahora sobrevendrá la hambruna, la delincuencia, la desidia y el abandono.