La actriz cubana Danay Cruz Estupiñán ha vuelto a conquistar a su audiencia con otra aparición memorable de su personaje Lola Mento Guasimita, una guajira ingeniosa y resiliente que no pierde la chispa ni en los escenarios más precarios. Esta vez, Guasimita se sumó con su estilo inconfundible a la popular tendencia en redes de mostrar “qué como en un día viviendo en Cuba”, aunque con el característico giro humorístico y satírico que la distingue.

Con picardía y creatividad, Guasimita inicia su día relatando, con un fondo campestre y una sonrisa cómplice:

“Después de este despertar viendo mis ovejos pasar, me voy al patio para desayunar un rico jugo con unas fresitas de mi jardín que cultivo yo misma. También se me dan las manzanas, los marañones y las peras, de todo en un mismo racimo”, mientras sostiene una colección de frutas plásticas que claramente no salieron de ningún jardín, sino más bien de un viejo centro de mesa.

El sarcasmo continúa en su descripción del almuerzo, siempre con ese tono campechano que combina la sátira con la parodia rural:

“Después viene el almuerzo y como me siento agricultora ceramista me estuve sentando en el júcaro a rallar yuca para prender el burén y hacer casabe. Me quedó un poco zapatú pero sufre jabá, que tu envidia es mi progreso”. La escena de Lola intentando cortar el duro casabe con un cuchillo ineficaz es suficiente para desatar carcajadas.

Pero el momento cumbre llega con la cena, cuando su personaje, en un intento por conseguir proteína animal, lanza una de las frases más recordadas del sketch:

“Ya por la noche sentía que necesitaba proteína y me quise arriesgar, pero en ese momento me acordé que hubo alguien que dijo una vez que había una hierba mejor que la carne de res, y aquí estoy yo masticando moringa como una chiva preñá”.

Esta última línea alude, con evidente carga crítica y humor, a la histórica promoción de la moringa como solución nutricional por parte del expresidente Fidel Castro, una propuesta que ha sido ampliamente satirizada en el imaginario popular y objeto de numerosos memes.

Con una hábil combinación de humor campesino, denuncia social y una puesta en escena muy criolla, Lola Mento Guasimita convierte lo cotidiano en parodia, y su menú, en un retrato hilarante pero dolorosamente familiar de la realidad que enfrenta buena parte de la población cubana.

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