Enriquito Almirante, el actor cubano que falleció a los 17 años en escena
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 12 de junio de 2025

La historia de Enrique Almirante hijo, un joven actor que heredó tanto el talento como el apellido de su célebre padre, sigue siendo una de las más conmovedoras y desconocidas de la escena cubana. Su trágica muerte a los 17 años, mientras interpretaba una obra de teatro, ha dejado una huella imborrable en aquellos que lo conocieron y disfrutaron de su trabajo.
Enrique nació en una familia donde el arte era mucho más que una profesión; era una verdadera vocación. Su padre ya gozaba de renombre en la actuación, y el joven Enriquito demostró desde temprano que poseía un talento natural para la interpretación.
Para quienes pertenecen a su generación, su figura sigue siendo recordada con cariño, especialmente por su participación en varios programas de la televisión cubana en la década de 1960. Según Rey González, usuario de Facebook, “era muy popular (…), siguió los pasos de su padre y, a los 17 años, ya actuaba con gran talento y dedicación sobre los escenarios”.
Su versatilidad lo llevó tanto al teatro como a la televisión, donde destacó por su capacidad de conectar con el público. En 1965 y 1966, interpretó a Marcialito Alvarado en la serie Los Bucaneros, un éxito rotundo en ese entonces. Además, participó en otros shows infantiles que lo convirtieron en un rostro querido por los televidentes. La combinación de su herencia artística y su talento presagiaba un futuro brillante en el mundo del espectáculo cubano.
Sin embargo, detrás de su éxito, Enriquito padecía de una condición de salud que marcaría trágicamente su destino: el asma. Según relató su medio hermano, Carlos Enrique Almirante, en una entrevista con el programa La Hora de Carlos, el joven actor "era muy asmático", y esta enfermedad complicaba su vida cotidiana.
La familia, que inicialmente vivía en Fontanar, Boyeros, tuvo que mudarse al Vedado, en busca de un ambiente más favorable para su salud. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, el asma siguió siendo un desafío constante.
El 2 de junio, Rey González compartió en redes sociales los desgarradores detalles de aquella noche en que Enriquito perdió la vida. Durante una función de la obra La Panadería en el Teatro Mella, el actor sufrió un ataque de asma en medio de la representación. La obra, presentada por el Teatro Político Bertolt Brecht y dirigida por Mario Balmaseda, contaba con un elenco destacado que incluía a René de la Cruz y Luis Alberto García.
A pesar de que se le sugirió detener la función, Enriquito, con la determinación propia de un verdadero profesional, insistió en continuar. "Le dijeron que lo mejor era detener la función, pero él dijo que quería seguir", recordó Carlos Enrique, quien añadió que, lamentablemente, después de la función, Enriquito sufrió un paro respiratorio y no alcanzó a llegar al hospital.
La muerte de Enriquito representó una pérdida irreparable para su familia, amigos y seguidores. Como mencionó Rey González: “Murió haciendo lo que amaba, sobre las tablas. Una gran pérdida para el arte cubano, y un recuerdo que todavía duele entre quienes lo conocieron o lo vieron crecer”.
Carlos Enrique, quien nació después de su fallecimiento, lo recordó con admiración: “Era un actor espectacular de teatro y tenía un futuro increíble”. Estas palabras, provenientes de alguien que conoció su legado a través de los relatos familiares, subrayan el impacto duradero que dejó Enriquito, un joven que murió demasiado pronto pero que siempre será recordado como una promesa del arte cubano.