A 17 días de la gran final de Miss Universe 2025, todas las miradas comienzan a centrarse en quién sucederá a la actual reina, la modelo danesa Victoria Kjær Theilvig. Entre las candidatas que más están dando de qué hablar se encuentra la representante de Cuba, la joven modelo Lina Luaces, quien ha sabido convertir la controversia en visibilidad.

Coronada en Miami en julio pasado, Lina ha tenido que lidiar con una ola de críticas en redes sociales, muchas relacionadas con su lugar de nacimiento y su vínculo familiar con los Estefan, una de las familias más influyentes de la diáspora cubana.

El debate gira en torno a que Luaces no nació en Cuba, algo que varios usuarios consideran “imprescindible” para representar al país. Sin embargo, la organización de Miss Universe Cuba aclaró desde su primera edición que todas las mujeres con padre o madre cubano pueden participar, independientemente de su lugar de nacimiento.

Más allá de la polémica, Lina Luaces aterrizó en Tailandia con paso firme y actitud ganadora. Tras las primeras jornadas de competencia, la modelo se coló entre las más comentadas del certamen y lideró varios listados informales de favoritas en páginas especializadas en concursos de belleza.

En redes, los mensajes de apoyo no tardaron en multiplicarse: “Cuba en la casa, papá”, “Lina es la ganadora, tiene porte, estatura, belleza y elegancia”, “Este año, Cuba llega arrasando”.

El entusiasmo contrasta con la tormenta mediática, y la candidata parece dispuesta a canalizar la presión en rendimiento sobre la pasarela. En esta segunda edición del regreso de Cuba a Miss Universe, la meta está clara: superar el Top 30 que alcanzó Marianela Ancheta el año anterior.

Desde la organización, la confianza es absoluta. El director de Miss Universe Cuba, Prince Julio César, lo expresó sin titubeos: “Ella va a ser Miss Universo. Les explico por qué: tiene una historia muy bonita, muy perfecta.”

Con la final prevista en el Impact Arena de Pak Kret, Lina Luaces encara la recta decisiva bajo los reflectores internacionales, con el desafío de representar a su país y transformar el ruido mediático en una actuación memorable.

Entre las luces, la controversia y el glamour, la cubana ya ha logrado lo que pocas: poner a Cuba de nuevo en conversación mundial.

Recomendado para ti