El MINREX acaba de anunciar la liberación de 553 presos, alegando que se debe "al espíritu del Jubileo" sin mencionar la salida, infundada, de Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, justo cuando Nicolás Maduro, con apoyo cubano, acaba de consumar el robo de las elecciones en Venezuela.

Realmente hay que ser cínico para apelar "al espíritu del Jubileo"

El Minrex destacó que la liberación es parte de las "estrechas y fluidas relaciones" entre el Estado cubano y el Vaticano. Según el documento, el presidente Miguel Díaz-Canel informó personalmente al Sumo Pontífice sobre este proceso en una carta enviada en enero, donde manifestó la intención de beneficiar con la libertad a los sancionados, como un gesto simbólico en el espíritu del Jubileo (¡¡¡!!!)

El comunicado también subraya que entre los años 2023 y 2024, más de 10 mil reclusos fueron excarcelados en Cuba bajo diversas modalidades legales, destacando que estas prácticas son “comunes en el sistema de justicia cubano” y forman parte de la tradición humanitaria de la Revolución ( ¡Dios mío! No se cansan de mentir, incluso a costa del Sumo Pontífice)

La relación entre Cuba y el Vaticano ha sido calificada como “respetuosa y constructiva” y el régimen atribuye al Papa Francisco un papel importante en facilitar decisiones como la liberación de estos 553 presos, quienes comenzarán a recibir sus beneficios de manera gradual.

"Casualmente" esta liberación coincide con la medida de Joe Biden de sacar a Cuba del listado de los países terroritstas pero Pinocho alude al Jubileo que ni él respeta ni su pandilla tampoco.

En general se habla de la liberación de 553 "personas sancionadas por delitos diversos". No especifican que todos sean presos políticos. Y aun suponiendo que todos los liberados lo fueran, en Cuba hay más de mil presos políticos, lo que deja tras las rejas a la mitad de estos inocentes.  

Hasta el momento no ha sido liberado ningún preso político y dicen que "estas personas recibirán sus respectivos beneficios gradualmente", sin especificar fechas, lo que hace que estas personas siguen siendo rehenes, usados como moneda de cambio ante cualquier cambio de política con la llegada de la nueva administración americana.

El régimen cubano presenta como una muestra "de la naturaleza justa y humanitaria de los sistemas penal y penitenciario de Cuba" lo que no es más que un burdo uso político de seres humanos inocentes. Hablan de naturaleza justa los que han separado miles de familias y destruido la vida de todas esas personas inocentes.

Nos preguntamos ¿quién paga por todo el daño que han hecho a esas personas, quién les indemniza por todo lo que sufrieron, quién acepta que fueron apresados injustamente? Y lo más importante: ¿quién paga por la vida de los cuatro manifestantes del 11J que ya no están y que murieron en las cárceles por enfermedades, golpizas y se suicidaron por no aguantar más? Que no se nos olviden sus nombres: Luis Barrios Díaz, Yosandri Mulet Almarales, Geraldo Díaz Alonso y Manuel de Jesús Guillén Esplugas.

Si el régimen cubano va a liberar a los presos políticos tiene que ser a todos, sin condiciones de exilio forzado y con garantías de que no van a ser encerrados nuevamente. Y aún así, la maquinaria seguirá funcionando, creando nuevos presos políticos, para cambiar en próximas negociaciones. El problema se acaba de una sola forma: ¡acabando con la dictadura, no dándole plazos!