Las tiendas oficiales de Donald Trump, conocidas como Trump Stores, han comenzado a vender productos promocionales con un mensaje: “Trump 2028”. Esta nueva línea de mercancía incluye camisetas, gorras y vasos térmicos que hacen alusión a un hipotético tercer mandato presidencial, algo que está expresamente prohibido por la Constitución de Estados Unidos.

La camiseta, que se vende por 36 dólares, lleva impresa no solo la frase “Trump 2028”, sino también un subtítulo desafiante: “Reescribe las reglas”. Las gorras, que se ofrecen a 50 dólares, comparten el mismo diseño y color característico del movimiento MAGA: rojo con letras blancas. El set de vasos ‘cooler’, por su parte, cuesta 18 dólares. Todos los productos están disponibles tanto en tiendas físicas como en la página oficial de la Organización Trump.

La campaña de marketing parece no ser casual. El propio Trump ha insinuado en varias ocasiones la posibilidad de postularse más allá de un segundo mandato. En una entrevista reciente con NBC News, cuando se le preguntó directamente sobre la idea de un tercer mandato, Trump respondió: “No estoy bromeando”, aunque matizó diciendo que “es demasiado pronto para pensar en eso”. También mencionó mecanismos alternativos, como la elección de un vicepresidente —específicamente J.D. Vance— que eventualmente podría renunciar en su favor.

La Constitución de EE.UU. establece claramente que ningún presidente puede ser elegido para más de dos mandatos. Cualquier intento de modificar esta regla requeriría un proceso complejo: una enmienda constitucional aprobada por dos tercios del Congreso o por dos tercios de los estados, y posteriormente ratificada por tres cuartos de las legislaturas estatales. Un escenario que los analistas consideran altamente improbable, especialmente en el actual clima político polarizado.

A pesar de los obstáculos legales, Trump y su entorno han seguido alimentando la narrativa de un posible regreso más allá de 2028. Para algunos de sus seguidores, la mercancía “Trump 2028” no es solo una estrategia de marketing, sino una expresión de deseo político. Para otros, se trata de una provocación deliberada que busca mantener la atención mediática y movilizar a su base más leal.

Consultada por NBC News, la secretaria de prensa de Trump, Karoline Leavitt, evitó profundizar en el tema, pero no dejó pasar la oportunidad de elogiar el producto: “¡Es una gorra muy bonita y sospecho que tendrá mucho éxito!”, comentó, remitiendo cualquier otra pregunta al equipo de la Organización Trump.

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