Laura María Gil se acuerda ahora del pueblo pidiendo juicio público y transparencia en el caso de su padre
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 3 de noviembre de 2025
                           La activista Lara Crofs enseña una foto llamativa de la hija de Alejandro Gil, Laura María, quien se lanzó hace unos días al ruedo de las redes sociales pidiendo equidad por su papá. Olvida con este gesto toda una vida de privilegios.
Lara compartió una foto de ella disfrutando de una hamburguesa gigante, un lujo que seguramente pocos cubanos han podido darse en la Isla. Pero ahora, cuando el zapato le aprieta a su padre, Alejandro Gil Fernández, Laura ha irrumpido en las redes sociales en su defensa, exigiendo justicia y transparencia.
Laura María Gil González, hija del ex‑ministro de Economía y Planificación de Cuba, ha roto su silencio público para reclamar que el juicio contra su padre se realice “a puertas abiertas” y televisado, garantizando que la ciudadanía cubana tenga pleno acceso al proceso.
En su comunicado, hace referencia a los artículos 54 y 48 de la Constitución de la República de Cuba, que protegen la libertad de expresión y el derecho a la defensa del honor personal, como base legal de su reclamo.
Hasta ahora, Laura María había decidido mantenerse al margen, alegando que su familia buscaba proteger la imagen del país, evitar descontento popular o conflicto internacional, y respetar el debido proceso. Sin embargo, el proceso que enfrenta Alejandro Gil está marcado por acusaciones graves: espionaje, malversación, lavado de activos, cohecho, falsificación de documentos públicos, tráfico de influencias y otros delitos múltiples.
En este contexto, Laura María cuestiona que el comunicado oficial de la Fiscalía dejara “detalles sueltos que han fomentado la especulación popular”. Por ello, solicita transparencia total: pide que se expliquen con claridad las pruebas, los países implicados, los roles concretos, los alias o seudónimos y los beneficiarios de los supuestos delitos de espionaje. Su demanda se traduce en un pedido de acceso al proceso como ciudadana, junto a medios nacionales y extranjeros, para comprobar que se ejerce justicia equitativa y sin privilegios.
Que la petición de un juicio abierto provenga de alguien tan estrechamente vinculada al imputado añade una dimensión política y simbólica importante en el clima cubano actual. Analistas señalan que su decisión de hablar públicamente “rompe con la cultura del silencio que impera en los círculos de poder en la Isla”.
Laura María Gil González se ha convertido en portavoz de la demanda de acceso al proceso judicial de su padre, defendiendo que este se lleve a cabo de manera transparente, participativa y conforme a los principios de justicia que, sostiene, el pueblo cubano merece conocer.
Su figura emerge como un referente de presión pública en un escenario político, institucional y mediático especialmente complejo en Cuba.
No obstante su exigencia, ya la dictadura dejó en claro que el juicio a Gil no será televisado.