En un desarrollo significativo para la economía de los Estados Unidos, la inflación se ha desacelerado a menos del 3% por primera vez en más de tres años, según el último informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales. Los precios al consumidor aumentaron un 2.9% en los 12 meses que terminaron en julio, una desaceleración en comparación con el aumento anual del 3% registrado en junio.

Este descenso inesperado en la inflación allana el camino para que la Reserva Federal considere una posible reducción de las tasas de interés el próximo mes, después de un prolongado periodo de alzas que llevaron las tasas a su nivel más alto en 23 años. Con la inflación aparentemente bajo control, la Reserva podría enfocarse en estimular el crecimiento del empleo, que ha mostrado signos de desaceleración.

En el informe, se destaca que el aumento mensual de los precios fue del 0.2%, tras una disminución del 0.1% en el mes anterior. El incremento en los costos de la vivienda fue el principal impulsor de este aumento, representando casi el 90% del incremento mensual.

El IPC básico, que excluye los precios volátiles de alimentos y energía, también mostró una moderación, con un aumento anual del 3.2%, la tasa más baja desde abril de 2021.

Este informe refuerza la tendencia observada en junio, cuando el índice general cayó por primera vez desde abril de 2020, proporcionando una mayor seguridad a la Reserva Federal y a los mercados de que la inflación está en un camino de moderación. Sin embargo, el mercado laboral continúa mostrando debilidades, como se reflejó en el informe de empleo de julio, que reportó un crecimiento menor al esperado y un aumento en la tasa de desempleo al 4.3%.

Con la inflación enfriándose y la economía mostrando signos de tensión, las decisiones de política monetaria en los próximos meses serán cruciales para equilibrar la recuperación económica y el control de precios.

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