Denis Alex, de 24 años, estudia en segundo año de la carrera de Bioanálisis Clínico y trabaja como técnico en Anatomía Patológica en el Instituto de Ciencias Básicas y Preclínicas "Victoria de Girón", en La Habana.

El joven contó su historia a "El Código sí suena", una iniciativa ciudadana en la que 51 personas, dentro y fuera de Cuba, se proponen ofrecer una lectura del anteproyecto del Código de las Familias que se debate en los diferentes barrios del país. La idea busca facilitar el acceso a contenidos de difícil comprensión para las personas. El proyecto fue creado por la periodista Yuliet Pérez Calaña, conocida como Yuliet PC o La Yuli de Cuba, junto al fotoreportero Claudio Peláez Sordo.

Para Denis, a quien le fue asignado el sexo femenino al nacer, el nuevo Código constituye un precedente importante para que finalmente Cuba alcance a tener en el futuro una Ley de Identidad de Género que le haga la vida más fácil y feliz a las personas.

Denis padece el Síndrome de Moebius, una enfermedad congénita caracterizada fundamentalmente por parálisis facial no progresiva y la alteración de la abducción ocular de uno o ambos ojos. En su caso, se manifiesta con trastorno del lenguaje y parálisis facial bilateral.

"No presento retraso mental y mi coeficiente intelectual es normal, aunque muchos creen que no y me tratan con cierta lástima, lo cual detesto", explica.

Según cuenta, desde pequeño sabía que no se identificaba con el sexo que se le había asignado al nacer (femenino) y para no causarle dolor a su familia "preferí seguir acogiéndome al rol que debía cumplir ante los ojos de la sociedad".

"Mi día a día era una lucha interna conmigo mismo. Además de las burlas y las miradas indiscretas de algunos por mi forma de hablar o por la "rareza" de mi cara, tenía que enfrentarme también a un cuerpo con el que no me sentía identificado", cuenta.

"A los 18 años decidí decirle a mi madre que era lesbiana (única vía que encontré para justificar ante mi familia y la sociedad mi gusto por las mujeres), pero todo ese tiempo lo pasé investigando para entender qué era lo que realmente me ocurría y entonces encontré el término transexual y mi vida cobró sentido", agrega.

El joven explica que cuando decidió a contarle a su familia y amigos lo que pasaba, fue un proceso complejo. Mi mayor alegría en ese punto fue que mi hermanita de 13 años me dijo que ella a mí me quería como fuera: hombre, mujer...que yo era su hermano y siempre lo sería", dice.

En su testimonio Denis Alex cuestionó "la falta de testosterona en el país desde mayo pasado", lo cual complejiza continuar con el proceso hormonal para lograr el grado de masculinidad que desea. Según dice, la única forma en la que logra adquirirlas es a precios exorbitantes en el mercado informal.

"La ausencia total de productos para trans masculinos en Cuba, la demora en las operaciones de reasignación de sexo y la odisea con el tema del cambio de nombre y sexo en el carnet de identidad, golpean mucho", asegura.

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