Las ejecuciones públicas en Corea del Norte han aumentado drásticamente. Kim Jong-un ordenó la ejecución pública de 30 funcionarios tras culparlos de las muertes que ocasionaron las fuertes inundaciones y deslizamientos de tierra que se presentaron en el mes de julio en la provincia de Chagang y la región del río Yalu. El líder norcoreano señaló culpables a los funcionarios de corrupción y negligencia.

Pero esto solo es la punta del iceberg pues semanas atrás varios medios de Sudcorea informaron del brutal asesinato a punta de pistola y en público a estudiantes de secundaria que se atrevieron a ver seriales televisivos del sur de Corea. El gobierno de Kim Jong Un se habría acogido a una ley por la que se prohíbe consumir cultura de una ideología contraria.

Los K-Dramas vienen a ser las telenovelas de toda la vida en versión coreana y tienen cada vez más popularidad, llegando a plataformas como Netflix. Consumir este contenido se puede convertir en una verdadera tragedia en Corea del Norte.

Son varios los medios de comunicación de Corea del Sur, como Chosun TV y Korea JoongAng Daily que señalan que alrededor de 30 estudiantes de secundaria fueron asesinados a tiros y en público por ver este tipo de series. 

Desde Corea del Sur no se ha dado ninguna información institucional al respecto, pero Korea JoongAng Daily, señala que un funcionario anónimo del Ministerio de Unificación de Corea del Sur informó a los periodistas de que "es ampliamente conocido que las autoridades norcoreanas controlan estrictamente y castigan severamente a los residentes basándose en las tres llamadas leyes 'malvadas'", una de ellas es conocida como Ley de Rechazo de la Ideología y la Cultura Reaccionarias de Corea del Norte, por la que se prohíbe a las personas difundir medios de comunicación originados en Corea del Sur, Estados Unidos o Japón.

No está claro si esas restricciones se aplican a los extranjeros que visitan el país, como los estudiantes rusos que se preparan para asistir a los campamentos de verano norcoreanos.

Greg Scarlatoiu, director ejecutivo del Comité de Derechos Humanos en Corea del Norte, confesó a Business Insider que "en las circunstancias creadas por la intensificación de la represión de la información del mundo exterior, inicialmente realizada bajo el pretexto del COVID, estos artículos son definitivamente plausibles". Esta no es la primera vez que se informa de que norcoreanos son asesinados por su asociación con contenidos de su vecino del sur.

Según un informe del Secretario General de las Naciones Unidas de 2022, un hombre en la provincia de Kangwon fue asesinado por un pelotón de fusilamiento público después de que su unidad de vigilancia vecinal lo viera vendiendo contenido digital de Corea del Sur.

Otro informe de 2024 sobre los derechos humanos en Corea del Norte, publicado por el Ministerio de Unificación de Corea del Sur, afirma que en Corea del Norte los móviles son revisados periódicamente para detectar "lenguaje al estilo surcoreano" y que llevar vestidos de novia blancos se castiga por ser "reaccionario".

A principios de este año se publicó un video que muestra a dos adolescentes condenados a 12 años de trabajos forzados por ver un vídeo de K-pop. A pesar de los relatos de testigos presenciales recopilados por Amnistía Internacional, el gobierno de Corea del Norte ha negado que se produzcan ejecuciones públicas en el país. Es más, según las autoridades norcoreanas, la última ejecución tuvo lugar en 1992.

Corea del Norte todavía está técnicamente en guerra con su vecino del Sur, ya que su conflicto de la década de 1950 terminó en una tregua en lugar de un tratado de paz.

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