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El caso Damir Ortiz: Propaganda y negligencia en el sistema de salud cubano

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 29 de marzo de 2025

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La reciente evacuación médica de Damir Ortiz a Miami ha puesto en evidencia las carencias del sistema de salud cubano y la capacidad de la sociedad civil para sortear sus deficiencias. Sin embargo, lejos de reconocer fallos, el régimen cubano ha reaccionado con una ofensiva propagandística en su contra.

El traslado del niño fue posible gracias a la movilización de activistas y el apoyo financiero de la diáspora cubana, lo que dejó en entredicho la supuesta capacidad del sistema sanitario estatal. En respuesta, la televisión oficialista cubana, en un programa conducido por el vocero Humberto López, intentó desacreditar a la madre del menor, Eliannis Ramírez, y a quienes impulsaron la salida del niño.

Durante la transmisión, se insistió en que el caso de Damir había sido "manipulado" en redes sociales. Araíz Consuegra Otero, directora del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, defendió la atención que supuestamente recibió el menor en la Isla y culpó a la madre de haber impedido la realización de pruebas médicas necesarias. Sin embargo, activistas han denunciado que la propia Consuegra Otero amenazó a Ramírez para que detuviera sus reclamos y se resistió a entregar documentos esenciales para la solicitud de visado del niño.

El Gremio Médico Cubano Libre, organización de médicos cubanos en el exilio, calificó de falsas las declaraciones de los galenos oficialistas. El doctor Miguel Ángel Ruano afirmó que la madre nunca se negó a ningún procedimiento médico, sino que simplemente exigía un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado, lo que Cuba no podía garantizar. De hecho, al llegar a Miami, Damir Ortiz fue diagnosticado con una afección diferente a la que se le había atribuido en la Isla y los médicos detectaron que estaba en estado séptico con una bacteria en los pulmones que no había sido identificada en Cuba.

El programa televisivo también evitó mencionar que el traslado de Damir al Instituto de Neurología y Neurocirugía en La Habana solo ocurrió tras la presión pública. Además, fue internado en una sala destinada a extranjeros que pagan por los servicios, mientras la Seguridad del Estado vigilaba de cerca el caso.

Funcionarios del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reiteraron que en la Isla existían los recursos necesarios para tratar al menor, pese a las múltiples denuncias de desabastecimiento. En su discurso, culparon al embargo de Estados Unidos por las deficiencias del sistema, sin reconocer que el régimen cubano destina millones de dólares a la compra de suministros médicos en ese mismo país, pero prioriza su distribución en hospitales exclusivos para la élite gobernante.

También defendieron el diagnóstico inicial de Damir, contradiciendo los hallazgos médicos en Miami y las denuncias de errores en la biopsia realizada en Cuba. La madre del menor había pasado años exigiendo atención adecuada, incluso se trasladó desde Granma a La Habana y se unió a otras madres en protestas frente a la sede del MINSAP, lo que evidencia que la falta de recursos no es un problema nuevo.

El caso de Damir Ortiz no solo ha desnudado las fallas del sistema sanitario cubano, sino también el modus operandi del régimen: cuando se expone su ineficacia, responde con propaganda y ataques en lugar de soluciones. La historia del niño ha tenido gran repercusión en redes sociales y medios independientes, consolidándose como un símbolo de la lucha de la sociedad civil cubana por el derecho a una atención médica digna.

Como resultado de esta batalla, la madre del niño ha impulsado la Fundación Damir, con el objetivo de defender y reivindicar el derecho a la salud en Cuba. Su caso ha demostrado que, ante la negligencia y la censura, la solidaridad y la presión pública siguen siendo las herramientas más efectivas para desafiar al sistema.


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