Si hay una pareja que ha sabido consolidarse en el panorama de la farándula cubana, esa es la formada por la cantante Dianelys Alfonso Cartaya —popularmente conocida como La Diosa— y su esposo, el productor musical Rey El Mago. Unidos no solo por los escenarios y los estudios de grabación, sino también por una familia construida desde el amor y la entrega, ambos comparten la crianza de su hija Reyechel y del hijo mayor de la artista, Axel, a quien Rey ha asumido como propio.

Invitada recientemente al podcast De la Vida, La Diosa volvió a hacer gala de su franqueza característica al hablar abiertamente sobre los inicios de su relación con Rey, una historia que mezcla amistad, atracción y transformación personal. “Él era mi mejor amigo”, confesó la intérprete de “40 libras”. “Salía en mis parrandas y en todos lados, conocía todas mis locuras. Porque él me conoció en el tiempo mío que yo tenía veintipico de años…”.

La conexión entre ambos era evidente desde el principio, pero pasaron un año completo cultivando solo una amistad, marcada por la convivencia profesional. “Recuerda que cuando tú grabas tienes que estar todo el tiempo grabando en el estudio con él. La convivencia es muy…”, explicó, dejando entrever la cercanía que fue gestando algo más profundo.

Sin embargo, el camino no fue del todo sencillo. La artista reconoció que ambos llevaban estilos de vida muy distintos, y que su compañero no terminaba de creer que una mujer tan intensa pudiera adaptarse a una vida familiar. “Él no podía creer que una mujer con la vida que yo llevaba, pudiera cambiar en alguien normal y que le diera lo que él quería, que era una vida tranquila, de familia, hijos y demás”, admitió La Diosa.

En ese proceso de adaptación, Rey también asumió un papel crucial en la vida del hijo mayor de la cantante, nacido durante su etapa en Francia: “Él ha sido prácticamente el papá de mi hijo”, afirmó con gratitud.

Fieles a su estilo desinhibido, la pareja también compartió detalles sobre su primer encuentro íntimo, marcado por el humor y la espontaneidad. Todo ocurrió tras una presentación del reguetonero El Magnífico, donde La Diosa fue invitada especial. La velada, cargada de celebración y unas copas de más, desembocó en un viaje en auto con Rey… y el inicio de una nueva etapa.

“Ella antes de eso, empezamos a hablar de sexo, y yo también empecé a hablar porque teníamos una buena amistad, confianza, y ya parece que estaba sofocada que metió eso: ‘¡Ay, qué ganas de quimbar tengo!’”, relató entre risas Rey, también presente en la entrevista.

La chispa se encendió aquella noche, pero la relación se vio interrumpida cuando La Diosa regresó temporalmente a Francia. En ese tiempo, ambos tenían otras parejas. No obstante, un año después, al volver a Cuba, retomaron su vínculo de manera definitiva. Desde entonces, no se han separado.

Su historia, contada sin filtros y con autenticidad, ha resonado con fuerza entre sus seguidores, quienes celebran la química, el respeto y el humor que caracterizan esta unión. Y como demuestran en redes sociales, para La Diosa y Rey El Mago, el amor —alimentado por la música, la complicidad y la picardía— sigue siendo el mejor de los escenarios.

Recomendado para ti