La dictadura de Cuba reconoció el colapso del sistema eléctrico de la isla: falta de mantenimiento y escasez de diésel
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 22 de mayo de 2025

El régimen cubano ha reconocido abiertamente la gravedad de la crisis energética que atraviesa el país, con apagones cada vez más prolongados y sin soluciones inmediatas a la vista. En un programa especial de la televisión estatal, altos funcionarios del sector eléctrico admitieron que la situación es crítica debido al deterioro de las termoeléctricas, la escasez de combustible y la falta de recursos para realizar reparaciones.
Alfredo López, director de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE), señaló que actualmente el país apenas logra generar 45 de los 63 gigawatts necesarios para cubrir la demanda nacional. Esta deficiencia ha provocado cortes de electricidad que, en algunas zonas del país, superan las 20 horas diarias.
“El panorama es muy difícil. Llevamos años sin dar mantenimiento adecuado. Solo ahora hemos conseguido algunos recursos para atender problemas urgentes, pero no es suficiente”, declaró López. Desde 2017, la infraestructura energética de la isla ha sufrido un marcado abandono, agravado por la escasez de repuestos y de inversión en nuevas tecnologías.
Por su parte, Argelio Jesús Abad, viceministro primero de Energía y Minas, afirmó que el sistema se encuentra en una situación “extrema”. Según explicó, se están llevando a cabo reparaciones en varias plantas de forma simultánea, pero las restricciones presupuestarias impiden una solución estructural. “No tenemos acceso a financiamientos”, lamentó Abad, señalando al embargo estadounidense como uno de los principales obstáculos.
El sistema energético cubano depende en gran medida de ocho termoeléctricas envejecidas, generadores alimentados por diésel y centrales flotantes rentadas a una empresa turca. Sin embargo, la escasez de combustible —en particular diésel— ha limitado severamente la capacidad de generación. “Si tuviéramos más diésel, los apagones serían mucho menores”, reconoció López.
El calor extremo también está jugando un papel clave en la crisis. Solo esta semana, La Habana registró temperaturas de hasta 38 grados Celsius, un récord para el mes de mayo. Estas condiciones incrementan la demanda de electricidad debido al uso de ventiladores y aires acondicionados, sobrecargando aún más un sistema ya al borde del colapso.
Como medida paliativa, el gobierno anunció un ambicioso proyecto para instalar 51 parques solares con tecnología china antes de enero de 2026. La meta es generar 1.115 megavatios de energía solar, y alcanzar los 2.000 megavatios para 2030. No obstante, no se detallaron las fuentes de financiamiento ni cómo se garantizará el funcionamiento y mantenimiento de estas instalaciones en un contexto de crisis logística y deterioro generalizado.
Mientras tanto, la población cubana continúa sufriendo los efectos de esta debacle energética: interrupciones en servicios básicos, fallos en el abastecimiento de agua, dificultades en la conservación de alimentos y tensión creciente en hospitales y centros de atención pública.
Pese a la gravedad del panorama, las autoridades no anunciaron medidas inmediatas para reducir los apagones ni ofrecieron un cronograma concreto para normalizar el servicio eléctrico.
Fuente: AFP