La influyente congresista demócrata Nancy Pelosi, una de las figuras más destacadas en la historia política de Estados Unidos, anunció este jueves que no buscará la reelección en 2026, poniendo fin a casi 40 años de servicio público. Con su retiro, culmina la trayectoria de la primera mujer que llegó a ser presidenta de la Cámara de Representantes, un cargo que ocupó en dos periodos y desde el cual marcó profundamente la política estadounidense.

Pelosi, de 85 años, hizo el anuncio a través de un mensaje en video dirigido a sus votantes de San Francisco, California, ciudad que ha representado en el Congreso desde 1987. “No me postularé a la reelección al Congreso. Con el corazón agradecido, espero con ilusión mi último año de servicio como su orgullosa representante”, expresó la legisladora, mientras el video mostraba imágenes emblemáticas del puente Golden Gate, la torre Coit y momentos de su extensa carrera pública.

Durante dos décadas, Pelosi fue la líder indiscutible de los demócratas en la Cámara Baja, encabezando la bancada entre 2002 y 2022. En ese tiempo, desempeñó un papel crucial en la aprobación de leyes clave durante las administraciones de Barack Obama y Joe Biden, incluyendo la reforma de salud conocida como Obamacare y los paquetes de estímulo económico tras la pandemia.

A lo largo de su carrera, también se consolidó como una de las principales adversarias políticas de los presidentes republicanos George W. Bush y Donald Trump. En particular, su enfrentamiento con Trump fue emblemático: Pelosi impulsó dos procesos de juicio político contra él y se convirtió en símbolo de la resistencia demócrata a su gobierno.

Su liderazgo fue tan influyente como polémico. Admirada por su habilidad para mantener unido al Partido Demócrata en tiempos de tensión y criticada por sus detractores como una figura del “establishment” político, Pelosi deja un legado difícil de igualar. Su capacidad para negociar y sostener mayorías en la Cámara le valió reconocimiento incluso entre sus rivales.

En su mensaje de despedida, la congresista evocó su amor por San Francisco, ciudad que describió como el corazón de su vocación política. “Mi servicio siempre ha sido un reflejo del espíritu y los valores de nuestra comunidad: la libertad, la justicia y la oportunidad para todos”, afirmó.

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