La crisis de la industria pesquera en Camagüey: Un futuro incierto para la alimentación de la población
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 8 de febrero de 2025
La industria pesquera de Camagüey atraviesa una crisis profunda, reflejada en un incumplimiento alarmante de sus planes de producción y una caída pronunciada en sus principales indicadores económicos. La empresa PescaCam, encargada de la producción pesquera en la provincia, no ha logrado cumplir con las expectativas de captura, lo que ha dejado a la población local con acceso limitado a una de las principales fuentes de proteína en la región.
Durante el segundo semestre de 2024, se constató un notable retroceso en la producción, un hecho que se atribuye a la crisis energética que afecta a todo el país. La falta de electricidad ha tenido un impacto directo en la producción de hielo, esencial para la conservación del pescado, lo que ha deteriorado aún más los resultados. Si bien el plan anual de la empresa estaba fijado en 4,200 toneladas, un objetivo incluso inferior al logrado en 2020, al cierre de diciembre solo se alcanzó el 58.6% de la meta, una cifra alarmante que refleja el mal momento que atraviesa la industria.
La situación es aún más grave si se observa la producción de especies como el ciprínido y la tilapia, que no llegaron ni al 60% de lo planeado, mientras que la captura de clarias apenas alcanzó el 68.3%. Estos números no solo evidencian la falta de eficacia en la gestión de la empresa, sino también el desabastecimiento de productos pesqueros en la población, que ve cómo este recurso vital se hace cada vez más inaccesible.
En el ámbito de la acuicultura, una de las áreas clave de producción, varios actores participan en el proceso, incluidos productores privados y entidades como AzCuba y el Ministerio de la Agricultura. A pesar de que el sector privado y otros actores buscan mejorar los rendimientos, la coordinación entre estos actores ha sido insuficiente para frenar el deterioro general de la industria.
El panorama no parece mejorar para 2025. Aunque se han establecido metas de crecimiento, la realidad es que los fracasos del año anterior pesan sobre los planes de futuro. De hecho, la meta de alcanzar las 4,213 toneladas sigue siendo una ambición lejana, dadas las condiciones actuales del sector. La falta de planificación adecuada y la baja eficiencia en el cumplimiento de los horarios laborales continúan siendo puntos críticos señalados por expertos del sector.
Ernesto Veloz, un especialista en la industria pesquera, destacó la necesidad urgente de cumplir con las jornadas laborales y aprovechar la biomasa disponible en los embalses, como los de Jimaguayú, Muñoz y Najasa I. Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada, como embarcaciones modernas y medios de trabajo eficientes, sigue siendo una limitante para alcanzar los objetivos.
Además, la escasez de combustible y la falta de herramientas adecuadas para la pesca han generado problemas logísticos graves que afectan la captura en plataformas, un sector vital para la producción de pesca en la provincia. La captura de clarias en canales y costas ha mostrado ciertos avances, pero aún no es suficiente para cubrir la demanda interna.
A pesar de algunos esfuerzos por diversificar la producción y aumentar las brigadas de pescadores, las deficiencias estructurales persisten. Armando Pacheco Nápoles, director de PescaCam, señaló que la ineficiencia en la organización del trabajo es una de las principales deficiencias, lo que ha repercutido negativamente en las ventas a la población. En el caso de las pescaderías, solo se alcanzó un 77% de las metas de venta, lo que significa que una parte considerable de la población sigue sin acceso a productos pesqueros frescos.
Por si fuera poco, la exportación de Tenca HG, uno de los productos clave para la industria, se cumplió apenas al 16%, un dato preocupante para la economía del sector.
El futuro de la industria pesquera en Camagüey parece cada vez más incierto, con un sistema productivo que sigue sin adaptarse a las necesidades de la población y un sector que, a pesar de los esfuerzos por mejorar, no logra salir de su crisis. Sin cambios profundos en la gestión y en las políticas de producción, la pesca en Camagüey continuará siendo un desafío para el bienestar de la población.