Cantalo TV difundió en su perfil de Facebook una denuncia que ha conmocionado a los cubanos dentro y fuera de la isla.

Yaima Miranda, una joven del municipio habanero de Guanabacoa, perdió a su madre a causa del mal servicio en el Policlínico Machaco, donde —según relata— no había ni los recursos básicos para salvar una vida.

“Mi mamá se murió ayer en el policlínico Machaco por mal servicio médico. En terapia no había oxígeno, no apareció la llave del aparato, ni la inyección para sacarla del paro. Tampoco había médicos suficientes”, escribió Miranda, visiblemente destrozada.

La joven explicó que su madre había llegado al centro de salud con diarrea y vómitos provocados por el virus que circula en varias provincias, pero terminó muriendo sin recibir atención adecuada. “Acabo de enterrar a mi madre y nadie responde. Personas como mi mamá llegan con vida al policlínico y mueren esperando. Ella llegó con diarrea y vómitos por el virus… y se me murió esperando atención”, denunció.

Entre dolor y rabia, Yaima cuestionó el silencio de las autoridades sanitarias y del propio sistema de salud cubano, al que muchos aún consideran un “logro” del régimen. “Hasta cuándo vamos a vivir así. Que alguien me explique, porque ya esto no es contrarrevolución: es desesperación”, escribió, dejando claro que su reclamo no tiene motivaciones políticas, sino humanas.

El caso de la madre de Yaima Miranda no es aislado. Cada vez más familias en Cuba denuncian muertes evitables, demoras en la atención médica y falta de insumos básicos como oxígeno, medicamentos y material de reanimación. En numerosos policlínicos y hospitales, las emergencias colapsan por la falta de recursos y personal, mientras el gobierno guarda silencio ante la creciente indignación popular.

Desde Guanabacoa, la voz de Yaima resuena como un grito de justicia por su madre y por todas las víctimas de un sistema sanitario que, según ella, “ya no salva vidas, sino que las deja morir”.

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