De esas historias que uno siempre quiere escribir, de las que te recuerdan que ‘un alma honrada, inteligente y libre, da al cuerpo más elegancia, y más poderío’ que cualquier ropa fina que puedas comprar.

Así es el relato que cuenta este joven cubano, que pensó en “hacer bien sin mirar a quién”.

El usuario que se identifica en redes como Raul SA, cuenta las peripecias que vivió para encontrar a la familia de un anciano que encontró deambulando frente a un hospital habanero.

Su experiencia, llena de alegría a cualquiera que necesite, por unos minutos recobrar la fe en la humanidad:

Con lágrimas en mis ojos estoy leyendo todas las cosas bonitas que me han puesto no merezco tantas palabras bellas yo solamente hice lo que haría por mi abuelito que ya está muerto y en todo memento pensaba en él…

…yo soy un hombre y decía él que los hombres no lloran, pero hoy he llorado tres veces la primera por impotencia de verme con los brazos cruzados, la segunda cuando llegué a su casa y le mostré a la señora a ‘su viejo’, lo abrazaba y le daba besos de piquitos y también le daba por el hombro y regañándolo le decía: no me hagas más eso y Jorge solo decía: vieja como extraño mi televisor y mi cama yo salí y se me olvidó como virar.

…lloré como un niño y no se me quita la alegría y la emoción que tengo y la tercera fue que no había podido hacer los papeles y mi guagua sale a las 9, papeles que tengo que entregar en la entrega de guardia, fui sin papeles a expensas de que en despacho con la directora me ‘comieran’ porque no hice mi trabajo y resulta ser que, cuando estoy en la puerta de la dirección, me dice que entró la java, que están dando a los trabajadores de la salud y hoy, precisamente hoy, no había reunión, me tuve que sentar y parece que la tensión de toda la. noche me desvanecí, entre el cansancio el hambre, ya cuando pensé en ustedes que tenían que saber cómo acabó todo, no tenía ya megas y de momento no se quién me pasó 5 cuc y compré los megas para poder decirles y darles las gracias por tanto apoyo,

si no hubiera sido por ustedes fíjense que cuando me estaba que no podía más me escribían y eso me daba fuerzas para todos, un abrazo fuerte con toda mi alma, de verdad.

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