Un joven balsero relató los momentos de pánico a bordo del bote cubano que naufragó a solo 16 millas de la costa de Estados Unidos la semana anterior.

A través de una conversación telefónica desde un centro de aislamiento en Cuba, Adrián Corcho explicó que es uno de los ocho balseros cubanos que el pasado jueves fueron rescatados en alta mar por la guardia costera de Estados Unidos.

Ellos pertenecían a un grupo de al menos 20 cubanos que salieron del puerto de Mariel, a finales de mayo.

“Nos sentimos bastante bien, hermano. Estamos quemados por el sol y traumatizados. Porque muchos de nosotros a la hora de rescatarnos perdimos la mente, estábamos alucinando. Llevábamos cuatro días sin dormir, dos sin comer y dos días a la deriva”, contó Corcho en conversación con Telemundo51.

El joven reveló que “entrando ya a los Cayos sale un abrigo y se enreda al motor. Y el motor se apaga, cuando lo vamos a encender ya no enciende. Entonces comienza a entrar mucha agua y muchas olas, y ahí ya perdimos el control de la balsa”.

En ese momento de desesperación Adrián se mantuvo a a flote aguantándose de un tanque vacío: “con ese tanque pude naufragar. Amigos míos que me encontré se fueron agarrando. Yo hubiese querido que se agarraran más. Pero fue imposible”, dijo el joven que además precisó estuvieron flotando por 24 horas antes de ser rescatados.

“Las olas los fueron separando de la embarcación. Ya se estaba hundiendo. Yo lo dejé atrás, pero eso se hundió y sé que todos lucharon por su vida. Ojalá aparecieran todos los desaparecidos” señaló.

De todo lo que conversó Adrián Corcho con Telemundo51 algo alarmante además de la terrible experiencia que vivieron, es el hecho de que fueron repatriados a Cuba sin la posibilidad de declarar su miedo creíble a volver ni solicitar asilo político.

Recomendado para ti