Israel e Irán escalan su guerra con ataques directos; mueren altos mandos iraníes... ¡Último minuto!(contiene video)
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 13 de junio de 2025

El conflicto entre Israel e Irán alcanza una nueva y peligrosa fase tras los ataques aéreos masivos lanzados por Tel Aviv en la madrugada del 13 de junio de 2025. Más de 200 aviones y más de 300 proyectiles impactaron sobre un centenar de objetivos clave en territorio iraní, incluyendo instalaciones militares, científicas y nucleares.
El golpe más simbólico y contundente fue la muerte de altos mandos iraníes: Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria; Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor; y el general Gholam Ali Rashid. A ellos se suman seis científicos nucleares de alto perfil, todos estrechamente vinculados con el programa atómico de Irán. Estas muertes, confirmadas por fuentes oficiales, suponen un ataque sin precedentes al liderazgo estratégico y científico de la República Islámica.
Además, los bombardeos alcanzaron la planta nuclear de Natanz, centro neurálgico del enriquecimiento de uranio en Irán. Aunque la OIEA aseguró que los niveles de radiación siguen estables, este hecho marca un cambio radical en la doctrina israelí: por primera vez, se atacan directamente instalaciones nucleares, lo que añade una dimensión geopolítica alarmante al conflicto.
Netanyahu ha justificado esta operación como una respuesta a la supuesta amenaza “existencial” que representa un Irán con capacidad atómica, mientras Irán promete represalias y advierte de un “alto precio” a pagar por Israel y EE.UU.
"Este ataque no es uno más en la ya larga saga de enfrentamientos indirectos entre ambos países; es un punto de inflexión. Israel ha entrado en territorio iraní y ha demostrado su capacidad de golpear en el corazón mismo del poder militar y nuclear de su enemigo, abriendo la posibilidad de futuros ataques incluso a la élite política de Teherán."
El contexto internacional añade más tensión a la situación. Justo en estos días, Estados Unidos e Irán habían reactivado las negociaciones para recuperar el acuerdo nuclear de 2015, desmantelado por Donald Trump en 2018.
Paradójicamente, el propio Trump ha promovido estos nuevos contactos, buscando estabilizar la región, mientras Israel se muestra abiertamente en contra. Washington, aunque se desmarca del ataque israelí, no ha condenado la acción, mostrando una brecha en las agendas de los dos aliados históricos.
El ataque israelí puede interpretarse como un intento deliberado de boicotear el nuevo proceso de diálogo entre Teherán y Washington, al tiempo que ofrece a Netanyahu un balón de oxígeno político frente a sus propias crisis internas.
El primer ministro israelí enfrenta una creciente presión nacional e internacional por su gestión del conflicto en Gaza, los rehenes de Hamás y sus choques con el liderazgo militar y los ultraortodoxos.
“Hemos atacado el núcleo del programa de enriquecimiento nuclear de Irán”, dijo Netanyahu en un mensaje televisado. El primer ministro afirmó que su país no podía esperar más, tras confirmar avances significativos por parte de Teherán en su carrera armamentista atómica. Según fuentes militares israelíes, Irán ya dispondría de material suficiente para producir hasta 15 bombas nucleares. De ahí que la acción fuera presentada como una medida de defensa urgente, destinada a impedir un ataque que podría tener consecuencias devastadoras para la región.
“Hace 80 años el pueblo judío fue víctima del Holocausto nazi. Hoy, el Estado judío se niega a ser víctima de un holocausto nuclear iraní”, sentenció Netanyahu, estableciendo una conexión histórica con el pasado traumático del pueblo judío como justificación moral del operativo. También mencionó que, en 2024, Irán disparó más de 300 misiles balísticos contra Israel y que, de no actuar, esos misiles podrían equiparse en el corto plazo con cabezas nucleares.
Durante la primera fase de la ofensiva, decenas de aviones israelíes bombardearon instalaciones en varias zonas del territorio iraní. Fuentes en Irán confirmaron múltiples explosiones, aunque aún no se ha revelado el alcance de los daños. Mientras tanto, las alarmas antiaéreas se activaron en todo Israel, como medida preventiva ante un posible contraataque iraní. Las autoridades pidieron a la población mantenerse alerta, pues una represalia de Teherán podría ser inminente.
Irán atraviesa una profunda crisis económica debido a las sanciones internacionales, y su red de aliados regionales —Hizbulá, Hamás, los hutíes y milicias en Irak— está debilitada. La posibilidad de una guerra abierta, prolongada y con alto coste social y económico no parece viable para Teherán, pese a su poder militar.
Pero la incertidumbre crece: aún no se conoce el alcance total de los daños infligidos ni si Irán tomará represalias más agresivas, por ejemplo contra Dimona, la supuesta base nuclear de Israel. El mundo observa expectante una espiral de violencia cuyas consecuencias siguen siendo impredecibles.