Para muchos cubanos en el exilio, el viaje a Cuba se ha convertido en una experiencia llena de dilemas. Por un lado, está la profunda añoranza por la familia y el deseo de abrazar a los seres queridos, pero por otro, se enfrenta un desafío económico que dificulta la visita. Así lo reflexionó Yanet Friol, conocida en redes sociales como Alegría Cubana, quien reside en Italia y comparte sus vivencias con miles de seguidores a través de Instagram.

En un video reciente, Alegría Cubana expresó la complejidad de viajar a la isla en los tiempos actuales. "Ir a Cuba ahora es un lujo, se puede casi decir", reconoció. Según explicó, para un cubano que vive fuera de la isla, el costo de un viaje a Cuba ahora se acerca a los 5,000 euros, lo que considera un gasto elevado. "Con ese dinero, en muchos países puedes comprarte un auto", comentó, comparando lo costoso del viaje con las opciones que tienen en Europa.

La creadora de contenido también aclaró que, para un cubano "normal", la idea de viajar a Cuba implica un gasto considerable. Asegura que, si bien el deseo de ver a la familia es fuerte, la realidad económica del país hace que los costos de un viaje se vuelvan un desafío. Señaló que, en muchos casos, un viaje de este tipo puede implicar dar más problemas a la familia en la isla, ya que los cubanos fuera de la isla deben llevar consigo dinero suficiente para no generar cargas adicionales en su país de origen.

Alegría también hizo una crítica sobre la diferencia de costos entre viajar a Cuba y a otros destinos. Recordó cómo, al vivir en el extranjero, muchos cubanos deciden conocer otras partes del mundo en lugar de regresar a la isla, ya que con menos dinero se pueden disfrutar unas vacaciones completas en lugares como España. Esta reflexión resalta la paradoja de la situación, donde ir a Cuba se ha convertido en un lujo que no todos pueden permitirse, mientras que otras opciones turísticas se vuelven más accesibles.

Finalmente, Alegría destacó el sacrificio y el esfuerzo que los cubanos en el exterior realizan para poder mantener una buena apariencia, ya que, a pesar de las dificultades económicas, muchos trabajan arduamente para mejorar sus vidas. Sin embargo, también expresó una sensación de frustración común entre los cubanos del exilio: el estrés de regresar a Cuba, donde la vida cotidiana se ha vuelto una "guerra de cómo mantenerse arriba". La crítica subraya la realidad económica que enfrentan tanto los residentes en la isla como los emigrantes que desean retornar.

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