Investigación indica que más de 160.000 soldados rusos murieron en Ucrania en tres años de guerra
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 24 de febrero de 2025

Una investigación de los medios independientes Meduza y Mediazona ha revelado que más de 160.000 soldados rusos han muerto en los tres años de guerra en Ucrania, con un alarmante aumento en la cantidad de bajas en 2024.
El estudio, basado en cifras de mortalidad y otros datos oficiales recopilados por activistas, muestra que el número de muertos ha crecido exponencialmente cada año. Mientras que en 2022 murieron cerca de 20.000 soldados rusos, la cifra ascendió a 50.000 en 2023 y casi 100.000 en 2024.
Los datos reflejan que en los primeros meses de la invasión, Rusia perdía entre 40 y 60 soldados por día, pero en 2024 la cifra se disparó a 250 muertos diarios en el primer trimestre. El periodo más letal para el ejército ruso ocurrió entre mayo y otoño de 2024, cuando las ofensivas en Donetsk y Járkov resultaron en un gran número de bajas.
El informe también señala un cambio en el perfil de los soldados caídos. Si en los inicios de la guerra las bajas correspondían mayormente a oficiales y militares profesionales, ahora la mayor parte de los fallecidos son expresidiarios y voluntarios, reflejando la estrategia del Kremlin de recurrir a reclutas menos experimentados para sostener el conflicto.
El gobierno ruso no ha actualizado oficialmente el número de muertos desde septiembre de 2022, aunque fuentes ucranianas y occidentales estiman que las pérdidas diarias en los últimos meses podrían haber llegado hasta 2.000 soldados.
Mientras tanto, el Estado Mayor ruso sostiene que Ucrania no tiene la capacidad de cambiar el rumbo de la guerra, debido a la falta de armamento y la dificultad para movilizar tropas que compensen sus propias bajas.
Sin embargo, la creciente cantidad de muertos en el lado ruso pone en duda hasta cuándo Moscú podrá sostener su ofensiva sin un impacto significativo en su capacidad militar y en la estabilidad interna del país.