Las cámaras de seguridad de una tienda Tiffany & Co. en Seattle captaron el momento en que un individuo intentó sustraer un brazalete valorado en aproximadamente 27,000 dólares. El sospechoso se colocó la joya y salió corriendo del establecimiento. Sin embargo, un guardia de seguridad logró interceptarlo y recuperar el brazalete mientras el ladrón huía del lugar.

En otro incidente, un hombre fue arrestado en Florida tras robar dos pares de aretes de diamantes de una tienda Tiffany & Co., valorados en más de 700,000 dólares. Durante su detención, se tragó las joyas en un intento por ocultar la evidencia.

Las autoridades realizaron una radiografía que confirmó la presencia de los aretes en su sistema digestivo. Después de más de dos semanas bajo supervisión médica, las joyas fueron recuperadas y devueltas a la tienda. El hombre que enfrenta cargos por robo y hurto mayor, tiene antecedentes por otros delitos.

Estos casos reflejan una tendencia preocupante en la que los delincuentes recurren a métodos extremos para ocultar pruebas y evadir la justicia. Además de los incidentes en Seattle y Florida, se han reportado otros casos similares en diferentes partes del mundo.

Por ejemplo, en Turquía, un turista irlandés fue condenado a más de ocho años de prisión por tragarse un anillo de diamantes durante un intento de robo. En España, un hombre fue detenido en Málaga después de tragarse un diamante robado a una turista británica.

"Estos incidentes demuestran cómo algunos ladrones están dispuestos a arriesgar su salud y libertad para cometer sus delitos, utilizando estrategias cada vez más inusuales.

"El incremento de este tipo de robos resalta la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en joyerías y contar con personal capacitado para actuar rápidamente ante situaciones sospechosas."

En todos estos casos, la vigilancia mediante cámaras y la intervención oportuna del personal de seguridad fueron claves para frustrar los robos y recuperar las joyas.

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