La prensa estatal cubana ha reconocido que hubo atraso en la producción de uniformes escolares por la demora en la llegada a Cuba del tejido, pero como si eso fuera poco, también ha tenido que admitir que han faltado algunas tallas.

Un reciente reporte del portal digital del oficialista Radio Reloj señaló que el hecho se pudo comprobar “durante un recorrido por varios puntos de venta”.

Según refiere el sitio, “algunos padres en la canastilla Los Tres Ositos, en el Cerro, elogiaron la iniciativa de extender el horario para comprar los uniformes, pero señalaron como deficiencia la falta de varias tallas para los grados continuantes”.

En el caso de Diez de Octubre, en la tienda Guisa, Carmen Rodríguez se fue del lugar bastante descontenta porque no encontró uniforme para la medida de su hijo que comienza décimo grado.

Mientras que otra madre cubana de nombre Janet Díaz, en cambio, se retiró complacida por el buen trato en la unidad Meñique, del Bahía, y sobre todo porque adquirió la medida correcta del uniforme para su hijo.

Cada año el tema de la venta de los uniformes escolares acapara titulares, la mayoría de las veces por las largas colas que se hacen en los lugares donde los expenden y, como de costumbre, por las tallas.

Este año no fue diferente.

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