Independencia por apagones: la chispa que encendió la rabia nacional
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 18 de junio de 2025

La propuesta simbólica de independencia por parte de residentes de la Isla de la Juventud, tras sufrir apagones diarios de cinco horas, se volvió viral en redes sociales y desató una oleada de respuestas que reflejan el agotamiento del pueblo cubano.
La iniciativa, lejos de ser tomada en serio por muchos, se convirtió en un canal para la frustración acumulada y el humor amargo que caracteriza la resistencia popular en medio de la crisis.
“¿Independencia por cinco horas sin corriente? ¡Yo quiero la abolición de la esclavitud!”, fue una de las frases más compartidas, encendiendo una conversación nacional donde provincias como Guantánamo, Cienfuegos y Holguín se sumaron con quejas aún más graves. “Aquí la luz se va 20 horas diarias y nadie dice nada. ¿Y nosotros qué, somos colonia de Marte?”, escribió una usuaria desde Baracoa.
En ese mar de comentarios, el humor y la desesperación se mezclaron sin filtros. Algunos pidieron "anexión a Noruega", otros imaginaron pasaportes soberanos para el "nuevo país" pinero. “Si con cinco horas sin luz se independizan, aquí en Caibarién ya deberíamos ser una monarquía solar”, ironizó otro usuario. La broma recurrente fue que todos los municipios deberían declarar su independencia para recibir atención. El sarcasmo, como siempre en Cuba, fue también protesta.
Aunque la idea de una “República Democrática de la Isla de Pinos” fue ridiculizada por muchos, dejó al descubierto una realidad que el régimen intenta silenciar: el pueblo está agotado, desprovisto de recursos y sin esperanzas reales de cambio. Las diferencias en los cortes eléctricos entre regiones, el favoritismo a zonas turísticas como Varadero y el silencio oficial alimentan una sensación general de abandono.
“Nos reímos para no llorar”, decían varios usuarios, mientras otros señalaban la doble moral del poder. “Ellos tienen planta, nosotros tenemos velas y mosquitos. ¡Qué bonito socialismo este!”, se quejaba un habanero. Los comentarios también pusieron el foco en la inacción ciudadana: “Esto pasa porque seguimos desfilando como si todo estuviera bien”, sentenció una mujer desde Sancti Spíritus.
Al final, la publicación fue más que una anécdota: fue un espejo. Reflejó a un país fracturado, cansado, sumido en la oscuridad literal y política. La demanda de los pineros no fue por soberanía real, sino por atención, por dignidad, por un poco de luz en medio del apagón prolongado que es hoy la vida del cubano.