Ante la actual situación despertada en el Medio Oriente y el ataque de Estados Unidos a Irán, no son pocos los que se asustan con la idea de una posible tercera Guerra Mundial. Y ante esto no son pocos los que piensan: ¿hacia dónde dirigirse?

La escalada de tensiones entre grandes potencias, sumada a los conflictos en Ucrania, Rusua, Gaza, Israel y ahora en Irán, ha convertido el temor en una pregunta práctica: ¿existen lugares verdaderamente seguros si el mundo entra en guerra?

La respuesta no es sencilla, pero el Índice de Paz Global 2025 (GPI), recientemente publicado, sirve como guía. Evalúa 163 países con base en indicadores como estabilidad política, militarización y conflictos internos. Y aunque ninguna nación está completamente a salvo en un mundo hiperconectado, hay países mejor posicionados para sobrevivir a un posible cataclismo global.

"Islandia encabeza esa lista con razones contundentes: sin ejército, aislada en el Atlántico Norte, con autosuficiencia energética y una democracia sólida. Le siguen Nueva Zelanda, por su lejanía y capacidad agrícola, y Suiza, que combina neutralidad con un sistema obligatorio de refugios civiles. Estos países no solo se alejan de la guerra, la previenen."

Bután, por su aislamiento geográfico, situado entre India y China, sin alianzas militares.

y su política centrada en el bienestar interno, y Costa Rica, por haber abolido su ejército y priorizar la salud y la educación, también figuran entre los más seguros. Estos lugares comparten características que los blindan: neutralidad activa, cohesión social, autosuficiencia en recursos básicos y geografía estratégica.

"Frente a una posible guerra de escala mundial, la ubicación importa, pero también la preparación y el tipo de gobierno. Países que han elegido invertir en paz, educación y sostenibilidad aparecen hoy como refugios potenciales en un mundo cada vez más convulso."

Mientras tanto, Estados Unidos, involucrado directamente en múltiples frentes y con tensiones internas crecientes, cae al puesto 128 del índice, superado incluso por naciones con menos recursos. Y aunque muchos miran hacia potencias militares en busca de seguridad, el GPI sugiere lo contrario: los países verdaderamente seguros son los que han renunciado a la lógica del conflicto como forma de poder.

En este contexto, pensar en hacia dónde escapar si estalla la tercera Guerra Mundial ya no es una fantasía paranoica, sino una inquietud legítima. La historia puede repetirse, pero la geografía, la política y la preparación pueden marcar la diferencia entre sobrevivir o no al que podría ser el próximo gran conflicto bélico.

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