En una serie de operativos recientes, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ha detenido a tres ciudadanos cubanos con antecedentes penales y órdenes previas de deportación. Los arrestos se realizaron en Nueva Orleans, Orlando y Miami, como parte de los esfuerzos del gobierno federal por endurecer su política migratoria y retirar del país a extranjeros con historial delictivo.

Uno de los casos más destacados fue el de Yendry Morales, capturado en Nueva Orleans, Louisiana, tras haber permanecido prófugo pese a tener una condena de 30 meses de prisión por tráfico de personas. ICE confirmó que Morales fue interceptado en un operativo enfocado en extranjeros con antecedentes criminales y celebró su arresto en redes sociales, afirmando que se trata de “otro contrabandista fuera de las calles y de nuestras comunidades”.

Morales permanece bajo custodia federal y será deportado de forma inmediata, según confirmaron las autoridades. La agencia no ofreció detalles sobre su entrada al país ni si contaba con algún tipo de protección migratoria previa.

A este arresto se suma el de otro cubano no identificado, capturado en una oficina de USCIS (Servicio de Ciudadanía e Inmigración) en Kendall, Florida, cuando acudía a una entrevista para solicitar la residencia permanente. Durante el proceso, se descubrió que tenía una orden final de deportación desde 1995, lo que activó su inmediata detención.

“Estamos comprometidos a hacer de Estados Unidos un lugar más seguro”, expresó el USCIS tras la detención, subrayando la cooperación con ICE para identificar y remover del país a personas con procesos migratorios pendientes o antecedentes legales graves.

El tercer arresto ocurrió en Orlando, Florida, donde otro ciudadano cubano fue capturado luego de haber vivido ilegalmente en el país durante más de una década. Según ICE, el individuo ingresó sin autorización en 2004, presentó documentos falsos y fue condenado penalmente en 2008. Aunque en 2012 se emitió una orden de deportación en su contra, permaneció en EE.UU. sin ser detectado hasta ahora.

“Ha estado aquí ilegalmente todo este tiempo”, señalaron los agentes de ICE al confirmar la detención, la cual se produjo en una oficina de transporte público.

Estas acciones reflejan una intensificación de los operativos migratorios bajo la administración de Donald Trump, que ha renovado su política de “cero tolerancia” hacia migrantes con antecedentes penales. Las redadas, detenciones en oficinas públicas y verificaciones de antecedentes se han vuelto más frecuentes, afectando particularmente a ciudadanos de países como Cuba, Nicaragua y Venezuela.

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