A teatro lleno recibió La Habana a Carlos Acosta y su compañía en una noche donde desbordaron las emociones, el regreso a la danza del gran bailarín tuvo un hermoso motivo.

El afamado cubano reapareció en escena con su versión de Don Quijote en una función de Acosta Danza dedicada a dos importantes maestros del ballet: la cubana Ramona de Saá y el británico Ben Stevenson.

"Acompañado por la bailarina Laura Rodríguez, la compañía en pleno y los alumnos de su academia, Acosta recibió la ovación de un público que estaba ansioso por verlo nuevamente sobre el escenario", rememoran varios medios de prensa.

De artista brillante y regreso de oro, calificaron varios críticos, la magnifica ejecución del prodigio de la danza cubana pero también las palmas se las llevó su compañía que se atrevió con un difícil repertorio clásico.

Al final, el homenaje agradecido a los dos maestros, a los que Acosta ha llamado "sus salvadores".

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