El capitán Darwin José Tarazona Prada, de 27 años, fue hallado sin vida dentro de un vehículo en el distribuidor La Castellana de la Cota Mil, en Caracas, durante la madrugada del 31 de diciembre. Este hecho ha generado conmoción en la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y especulaciones en redes sociales.

El cuerpo de Tarazona, miembro del Grupo de Acciones de Comando de la GNB y piloto de profesión, fue encontrado en un automóvil Chery Orinoco blanco con múltiples impactos de bala. La Policía Nacional Bolivariana (PNB) encontró el vehículo estacionado a la orilla de la vía con la puerta del copiloto abierta mientras patrullaba la zona.

Originario del estado Táchira, Tarazona había sido recientemente ascendido a capitán y estaba franco de servicio al momento de su asesinato. Según información publicada por medios locales, mantenía un perfil reservado y usaba su cuenta privada de Instagram para expresar mensajes patrióticos.

El crimen ha tomado relevancia debido a declaraciones de la periodista Maibort Petit, quien señaló que Tarazona desempeñaba un rol clave en la seguridad de José David Cabello, actual superintendente de aduanas y hermano del líder chavista Diosdado Cabello. Sin embargo, esta conexión no ha sido confirmada por las autoridades.

Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) acudieron al lugar para recolectar evidencias y trasladaron el cuerpo a la morgue de Bello Monte. Hasta ahora, no se han dado a conocer detalles sobre posibles sospechosos o móviles del asesinato.

El caso destaca la creciente preocupación por la seguridad en Venezuela y plantea preguntas sobre los riesgos que enfrentan incluso los altos miembros de las fuerzas del régimen. A pocos días de la toma de posesión presidencial prevista para el 10 de enero, el asesinato de Tarazona añade una nueva capa de tensión a la ya compleja situación del país.

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