El gobierno de Estados Unidos ha liberado a los dos pilotos cubanos que llegaron al país en un ala delta motorizada el pasado 25 de marzo.

David López Alfonso, de 39 años, e Ismael Hernández Chirino, de 29 años, están ahora en Miami después de ganar sus casos de asilo político en julio y ser puestos en libertad el pasado viernes.

El representante legal de ambos, Willy Allen, anunció su liberación y destacó la creatividad de los cubanos para escapar de la isla.

En sus declaraciones, Hernández Chirino compartió su experiencia, describiendo el despegue como el momento más difícil y destacando que la difícil situación en Cuba los motivó a buscar la libertad.

También se refirió a las acusaciones de terrorismo por parte del régimen cubano y las rechazó, afirmando que el verdadero terrorismo es el que ejerce el gobierno cubano al dejar al pueblo pasando hambre y estrés para obtener alimentos y trabajar sin ver resultados.

El proceso legal de los pilotos incluyó entrevistas de "miedo creíble" ante funcionarios de la Oficina de Asilo del Departamento de Inmigración y Ciudadanía (USCIS) y la presentación de peticiones de asilo político, argumentando la persecución que enfrentarían si fueran devueltos a Cuba. El pasado 5 de julio, ganaron sus casos de asilo político ante un tribunal de inmigración de Miami.

Ambos pilotos, miembros del Club de Aviación de Cuba, hicieron historia al aterrizar en el aeropuerto de Cayo Hueso en un vuelo que duró poco más de dos horas. Utilizaron un equipo de propiedad estatal y fueron calificados de "traidores" y "delincuentes" por el Club de Aviación de Cuba, que reclamó la devolución del equipo ultraligero empleado para la fuga.

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